Narrador Sukuna:
Cuando me desperté Yuji no estaba a mi lado, me levanté mirando a mi alrededor con molestia como se atrevía a levantarse e irse sin decirme nada, intente abrir la puerta pero estaba cerrada por fuera.
-Jajajaja. -Si piensan que con solo una puerta me van a poder encarcelarme lo tienen claro, golpee la puerta hasta que se rompió y pude salir para mirar el lugar aver por donde podría salir aunque no estaría mal comer algo, caminó por los pasillos este lugar es muy grande y eso me molesta como vigilan si alguien entra porque no veo a nadie vigilar no creo que alguien me vea si ahora mato a alguien y me lo como pero no puedo confiarme en el territorio de los hechiceros además de que estoy en otra época asever que han creado los humanos.
-¿Tu eres el hermano de Yuji? -Me gire para ver a un chico de pelo negro, lo que me llamo la atension fueron sus pestañas algo más largas de lo normal en hombres.
-No es obvio niño. -Me miró desconcertado mientras yo solo lo analizaba.
-No te pareces a él, por lo menos no en la personalidad. -Me acerque a su rostro para estar más cerca aún mirándolo a los ojos para sonreír enseñando los dientes.
-Nos parecemos más de lo que crees. -El chico abrió la boca para hablar pero antes que pudiera pronunciar alguna palabra, el mocoso vino detrás saludando con la mano y una sonrisa, me aleje del chico aunque cuando me di cuenta que el viejo de la venda iba con él hice una mueca aunque volví a mi estado serio cuando el mocoso se puso a mi lado con una sonrisa.
-Hola Megumi. -A mi no me dice nada cómo se atreve además de haberle cuidado durante 11 años y entrenarlo no me dice ni un mísero "Hola"
-¿Por qué te has ido sin despertarme y sin decirme a donde vas? -Cruzó los brazos mientras lo miraba con el ceño fruncido.
-Perdón, perdón pero es que parecía que tuvieras sueño. -Dijo mientras movía las manos a un lado a otro intentando excusarse de lo que hizo, le iba a dar un puñetazo pero lo esquivó por los pelos eso me enfadó más y lo intente de nuevo pero como no, era demasiado flexible, para de intentarlo ya que seria inutil.
-Maldito mocoso.
-Perdón Sukuna se me olvido que te preocupas por mi.
-Si ya.
-Realmente no paren hermanos si no una hermosa pareja. -El mocoso parpadeo para luego ponerse un poco rojo, miro lo que dijo hizo.
-Callate maldito viejo nadie te ha preguntado tu opinión y mocoso quiero comer. -En lo ultimo mire al nombrado que fijó su mirada en mí para sonreír de nuevo, caminamos juntos el me guiaba para ir a la cocina y prepararme un filete con arroz y verdura.
-Buen provecho. -Dijo aunque yo ya había empezado a comer, cuando acabamos el llevó los platos donde los limpiaban para sentarse en el mismo lugar que antes en frente mío, estiró los brazos apoyándolos en la mesa igual que su cabeza mientras tenía los ojos cerrados.
-¿Por qué te fuiste tan temprano? -Use un tono de voz algo más suave para tranquilizarlo y relajarlo, ese tono solo lo uso con él, es el único que se merece mi piedad.
-Sensei quería ver como luchaba y me a levantado a las 6, además que me ha dicho que no me darán los dedos hasta tener los 16 dedos que faltan ya que ellos tienen 3 me los comeré todos para luego ejecutarse. -Acaricié su pelo tan suave y hermoso como lo recordaba me mira algo triste aunque sé que es parte del plan.
-Por la noche hablaremos de esto mocoso. -Me hubiera gustado estar más tiempo hablando con él pero el viejo bino.
-Yuji tenemos trabajo además de conocerás a tus compañeros. -El mocoso se levantó y se fue moviendo la mano como despedida, cuando ya no había nadie apriete los puchos hasta hacer crujir todos los dedos.
-Si me lo encuentro con alguna herida seguro que os matare a todos. -Me levanté y fui a fuera, no había nadie así que me apoyé en un árbol para cerrar los ojos y dormir. Estaba en el santuario tumbado con la cabeza en las piernas del mocoso, era muy cómodo hasta que recordé que tenía que a los humanos.
-Mocoso me voy. -Me levanto para caminar hasta la puerta.
-Adonde Sukuna. -Me detengo para girarme y mirar al mocoso que ahora esta depie mirandome con la misma sonrisa, posos segundos después todo el alrededor se bolbio negro mire de nuevo al chico y se estaba deritiendo convirtiendose en una masa negra.
-Oye Sukuna. -La voz estaba distorsionada, no podía moverme aunque no paraba de intentarlo.
-¿Me quieres matar? -La voz ya no se nada parecía a la del mocoso, me desperté mirando a todos lados para luego relajarse y caminar de nuevo pero por el jardín o patio lo que sea pasee hasta encontrarme a un viejo calvo con un kimono totalmente blanco, me miró fijamente como si buscara algo inusual.
-¿Qué ver maldito viejo? -No dijo nada así que me fui a mi cuarto que ya tenía la puerta arreglada, me tumbé en la cama pero esta vez no dormí.
-Hasta mañana Yuji. -Eran tres voces las que hablaron mire de reojo y vi al mocoso mirándolos mientras sonreía y cerrando la puerta, para ir hacia a mi se tiro ensima mio.
-¡¿Pero qué te pasa mocoso ?! -No me esperaba que hiciera eso, solo suspiro algo cansado.
-¿Sukuna? -Sus ojos están clavados en los míos.
-¿Si?
-Estoy feliz porque solo faltan 14 dedos ya que por suerte una maldición vino a atacarnos y tenía otros dedos.
-¿Estas herido?
-No, tranquilo venga vamos a cenar que seguro todos ya están empezando. -Me cogió del brazo para arrastrarme hacia el comedor y efectivamente todos estaban sentados en mesas diferentes, una chica con pelo corto comenzó a mover la mano hacia nosotros, sin soltar mi brazo fuimos hacia ellos y nos sentamos.
-Hola tu deves ser el hermano de Yuji encantada soy Nobara Kugisaki. -Solo la ignore no me apetecía hablar con una humana, en la comida fue todo normal la carne no era del animal que los dos necesitábamos ciertamente solo en pensar en los humanos tenía ganas de comer sus tripas hasta solo dejar sus huesos pero tenía que aguantarme y comer carne de otro animal. Mire al mocoso que hablaba alegremente con el viejo pelo blanco sin parar de reir, vi como el viejo le ponía la mano en el muslo del mosco y el solo reía me levanté le cogí del brazo y me lo lleve un poco lejos del comedor .
-¿Qué pasa Sukuna? -Lo empujé hacia una pared.
-No vas a estar tan cerca de ese viejo. -Me miró algo dudoso de lo que decía yo solo lo miraba totalmente enfadado.
-Tranquilo Sukuna solo somos estudiantes y profesores, tranquilo.
-Necesitas comer.
-Lo estábamos haciendo hasta que me llevaste aquí.
-No es eso idiota si no comes la carne tu fuersa va a disminuir y no quiero que te vaias a la mierda.
-Sukuna si tu puedes aguantar yo también. -Se fue con los demás, camine a la habitación para tumbarme en la cama.
-Mocoso yo no estoy hecho para aguantar mis impulsos si no para hacerlos sin una pizca de arrepentimiento. -Me tumbé de lado.
Narrador Yuji.
Hoy a sido un día horrible he tenido que ver como mataban a muchas maldiciones y no e podido hacer nada, también e tenido que matarlos como era de esperar me e aguantado las lágrimas porque no paraba de escuchar como gritaba hasta algunos recordaban algunas palabras de cuando eran humanos y las decían con la voz distorsionada. Cuando me tumbe encima de Sukuna no era porque estaba feliz en parte sí, pero por otra parte todo era dolor en este desastroso día pude abrazarlo me calme si tengo que sufrir esto todos los días para que Sukuna consiga todo su poder, lo are, ya que el me cuido ahora me toca a mi devolverle el favor.
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Buenas noches mocoso. -Sukuna x Yuji
RomanceUn pueblo en su último recurso para hacer que prospere van hacia el santuario de Sukuna el rey de las maldiciones y como ofrenda le traen un niño llamado Yuji Itadori de solo 4 años, Sukuna lo acepta sorprendido por la hermosa sonrisa que tenía. Des...