Una historia de romance un tanto diferente.
Él lo que necesitaba era un abrazo, alguien que volviera a unir sus pedazos rotos.
Ella lo que más deseaba era alguien que la hiciera sentir especial, que calmara sus inseguridades.
Ambos se complementab...
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Alessa.
La semana había sido una total locura, primero con una nota baja en el examen de sociales, problemas en historia y seguido de los proyectos de arte que se presentaron durante la semana. Tal vez las cosas no habían salido de acuerdo al plan, pero por el momento en lo que debía enfocarse era en las premiaciones que se estaban llevando a cabo mientras ella divagaba sobre si de verdad le dejo croquetas a su gato u olvido hacerlo.
—Pst Ale—chistó Mac un par de veces buscando la atención de su amiga—Presta atención, ya están nombrando a los ganadores de poesía— recalcó una vez que su acompañante la miro.
—Creo que olvide darle de comer a Sunny— mencionó la fémina antes de que el profesor comenzara a hablar de nuevo.
Mientras que el director nombraba al tercer lugar, Mac recomendó a su amiga mandarle un mensaje a su hermano para resolver su tema antes de que nombraran los demás ganadores o que algún profesor los regañara por no estar atentas a las palabras que se estaban dando.
Al momento de nombrar al segundo lugar ambas ya estaban observando al chico de otra clase que pasaba apenado a recibir su diploma y estrechar la mano del director.
—¿Qué sigue después de esto?
—La premiación de fotografía, la de pintura y luego debemos ir a ver la presentación de canto y baile en el auditorio.
Todo parecía que iba a terminar normal si no fuese por la persona que nombraron como primer lugar.
—Alessa Duncan, podría por favor pasar por su diploma—vociferó por segunda vez la persona que hablaba en el pódium mediante un micrófono.
Mackenzie tuvo que palmear la espalda de su amiga para incitarla a subir al estarla llamando.
—Yo gane...— farfullo sin podérselo creer.
Al subir el último escalón fue directo a la mesa en donde varios jueces y el director la felicitaron por su desempeño y el gran trabajo que llevo a cabo, luego de varios apretones de mano y felicitaciones por fin pudo sacar el aire que había estado reteniendo al bajar del escenario para volver a estar junto a su amiga. No estaba acostumbrada a que demasiada gente la viera y juzgara al mismo tiempo sin que la ansiedad la carcomiera por dentro.
En cuanto las premiaciones terminaron los alumnos por fin fueron libres para almorzar y de manera posterior ver las últimas presentaciones de danza y canto que se llevarían a cabo en el auditorio.
—Venga Ale, entre menos comas más nos perderemos de las presentaciones— alegó Gabriela quien ya casi terminaba de beber su jugo.
—Oh si por supuesto, perdón— se disculpó la fémina y se concentró en acabar su almuerzo que fue hecho de manera meticulosa por su hermano mayor.
Cuando termino el ultimo bocado de su ensalada, termino de beber su té helado y guardo la lonchera en su mochila para de manera posterior seguir a sus amigas fuera de la cafetería. Llegar al auditorio no fue una tarea difícil, lo complicado vario en tratar de conseguir asientos para tener una vista decente del espectáculo.
