"Lo mas divertido fue que ustedes creyeron que yo jugaba su juego, con sus reglas, cuando en realidad seguían mis reglas sin saberlo, todo este tiempo estuvieron jugando mi juego"
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Tu mañana fue la perfecta definición de la palabra 'Tranquilidad' Habías despertado gracias a los rayos del sol en tu piel y algunos apenas audibles sonidos clásicos de la ciudad.
No fue exactamente aburrida, después de haber sido 'Secuestrada' y contratada por distintas mafias, apreciabas un poco de tranquilidad.
Te duchaste para vestirte con una falda de pliegues negra, una blusa de color rosa pálido, unas pequeñas botas de color negro y algunos diminutos accesorios.
Después de desayunar te sentaste en la sala con la computadora sobre tus piernas para encender esta y comenzar a trabajar en algunos de tus trabajos pendientes.
Aproximadamente media hora después, escuchaste como la puerta era abierta y dos personas entraban. Tu mirada se volteo hacia las siluetas de estos, encontrándote con sus ropas levemente manchadas de sangre, al igual que pequeñas partes de sus manos y cuello así que asumiste que sus asuntos no terminaron bien.
"Dense una ducha" Fueron tus únicas palabras antes de volver tu atención a la computadora.
"¿No te incomoda la sangre?" Pregunto un tanto extrañado el peli café.
"Tampoco es como si fuera al primera vez que veo sangre, por cierto ¿Cuántos de ustedes tienen llave?" Preguntaste desviando el tema aun con tus ojos puestos en la pantalla.
"Los suficientes" Contestó Semi dirigiéndose a una segunda habitación en el departamento.
"¿Qué haces?" Preguntó Shirabu colocándose a tus espaldas.
"Decodificando unos archivos" Respondiste tranquila viendo su reflejo en la pantalla mientras tecleabas algunos números en lenguaje binario.
"Olvidé darte esto" Había colocado frente a tus ojos una pequeña caja rectangular.
"¿Un teléfono? Ya tengo uno" Cerraste la computadora evitando que viera algunas cosas de mas y le diste tu completa atención.
"Este tiene nuestros números privados" Respondió dejando la caja a tu lado. "¿Te molesta si uso tu ducha?" Preguntó acercándose al pasillo.
"Adelante, hay ropa de hombre en la otra habitación... Aunque supongo que eso ya lo sabias" Mencionaste abriendo la caja para tomar el teléfono.
"Gracias" Fue lo ultimo que escuchaste de su parte antes de perderse por el corredor.
Encendiste el teléfono y revisaste algunas cosas básicas, efectivamente tenia varios números registrados, encriptaste varias cosas en el dispositivo. Dejaste el pequeño aparato de lado para seguir con tu trabajo. El hecho de que ahora trabajaras para ellos no significaba que dejarías los demás asuntos de lado.
Algunos minutos después escuchaste pasos en el pasillo.
"Te ves muy bien de traje" Alagaste al ver a Eita con un traje blanco a su medida.
