Emilia

La despedida

Ya me falta poco para pagar la cuota universitaria. Hoy es el último día de trabajo y en casa ya preparé mi equipaje, Gilbert Cerstery es una universidad prestigiosa y de muy buena calidad. Hoy es la última fiesta para mí, pero no me toca organizarla, ya que es mi fiesta de despedida.
-Mamá, ¿Cuál tengo que usar?- le dije mostrando dos vestidos.
-A mi me parece que el azul, ya que el rojo es muy transparente, además tengo un collar y unos zapatos que van perfectos con el vestido.
-Ok, gracias mamá.
-De nada.
Estaba nerviosa y muy feliz, nada mejor que ser responsable y no depender de mis padres para pagar mis estudios. Antes de irme miré a una foto. En ella estábamos mi familia y yo delante de una bandera argentina, y recordé mi vida en Argentina. Ya pasaron dos años y parece que han pasado doce...
Dí vuelta la foto y ví que había algo escrito: Monumento a la bandera (2006) en vacaciones. Fotografía: Simón Vázquez, nuestro confiado amigo.
Pensé, ¿Quién era él? Recordé que tenía que ir a la fiesta.
Después le pregunto a mamá-pensé.
Al llegar a la fiesta encontré a Jake sentado conversando con mi hermano.
-Hola- dije- espero no interrumpir con su charla.
-Hola, no pasa nada- dijo mi hermano, después nos miró y sacudió la cabeza, como para quitarse algo de la mente. Me di cuenta de lo que pensaba.
-Hola-dijo Jake y luego me besó- Estas muy linda hoy.- Me fulminó con la mirada... Y luego sonrió, con su sonrisa de dientes tan blancos como la nieve.
-Muchas gracias, igualmente a los dos.
-Gracias- dijeron los dos al mismo tiempo. Yo sonreí, acababa de llegar mi cuñada de parte de mi hermano.
-Hola- se besan, mejor los dejo solos, se estaba volviendo raro.
-¿Quéres bailar?- le dije. El me respondió asintiendo.
**
Ya son las siete y el colectivo sale a las 9:00. Tenía todo preparado, solo faltaba ducharme y cambiarme.
Al salir me despedí de mi familia y Jake (ayer se quedo "a dormir"), fue muy emotivo y lloré. Le prometí a Jake que nos íbamos a ver muy seguido y nos besamos mucho, y a mi familia le dije que los iba a extrañar y que llamaría seguido y llamaría al llegar. Agarré mi equipaje y me fui.
Mi paso era firme, necesitaba llegar rápido y estaba pensando en mi vida, la cantidad de cambios que di en los últimos dos años. En todo, no había casi nadie, solo unos pocos autos pero nadie caminando. Al llegar a la parada del colectivo busco una foto que mi mamá me dio antes de salir que sacamos en la fiesta de despedida.
Escuché un ruido, pensé que era el colectivo y me di vuelta. Entonces era un hombre en una camioneta que me dijo:
- ¡Chica!
-Que es lo que quiere señor
-A tí
La respuesta me confundió, y en vez de correr y gritar me quede quieta, intentando entender la respuesta.
Y alguien me agarró por detrás tapándome la boca. Antes de irme, solté la foto, dejándola en la vereda.
Me secuestraron.