el poder

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Había convertido el club en uno de los mejores centros de entretenimiento del país. Di dos años de mi vida a este proyecto, todos estaban felices, disfrutando del momento y de las jugosas ganancias que se presentaban mes con mes, pero sabia que eso pronto terminaría, no podía permitirlo, así que busque cadenas internacionales para hacer convenios de inversión, extender el negocio y que el oro nunca dejara de surgir de esta mina.

Encontré a cuatro personas que cumplían todos mis requisitos, hablé con cada uno de ellos y todos parecían emocionados e interesados por ser parte del imperio que estaba construyendo, pero siempre había algo que los frenaba. Lo interesante era que no se alejaban completamente, siempre que salía con alguno de ellos y surgía el tema de una sociedad mostraban las ganas y eso que los retenía.

Todas las noches pensaba como convencerlos. Estaba en el marco del gran ventanal, escuchaba los sonidos de una ciudad activa, sentía el frio y la sensación de vacío en el pecho, no había gastado ni un solo peso de la fortuna que había creado, ese dinero no era mío, en si, solo trabajaba para distraerme, para tener algo que hacer y no hundirme en la depresión. En un momento de la madrugada decidí acostarme, pero claro que no iba a dormir, entre el perfume que desprendían las sabanas encontré la solución.


Cinco días después fui por mi primera victima, debía hacer una amistad con ella, ganarme su confianza, persuadirla, hacer que pasara los mejores momentos de su vida y finalmente hacer que firmara el convenio. Así lo hice, al final logré mi cometido, ella estaba feliz de la vida, todas aquellas experiencias y sueños que había acumulado los hice realidad, me tenia muchísima confianza, lastima que todo era por negocios y ganancias, tal vez en otra realidad podríamos haber sido buenas amigas.


Aun teniendo una sociedad cerrada para mi no era suficiente, quería que los tres restantes también fueran parte de mi plan, mes y medio después en una fiesta realizada por el interesado con mas añitos en cima, olor a muerte y podredumbre en dinero logre encontrar la pieza del rompecabezas que me faltaba, "Eres mujer, cariño, las mujeres y los negocios no se llevan.", fue lo que me dijo, yo no sabia como reaccionar, porque había dos caminos que se encontraban en el mismo lugar, o tenia miedo porque no pudiera manejar el negocio adecuadamente por el simple de hecho de ser mujer para que al final todos perdiéramos dinero o temía de que me aprovechara de mis atributos y él se quedara sin sus milloncitos.

Opte por jugar dos cartas, la primera era la mas importante, hacerme pasar por una persona sumisa, alguien que obedece y no te pone trabas en el camino, le mostré mi cara mas linda y dócil, le prometí que el negocio iba a ser bien manejado, pero que si desconfiaba entonces le daría aun mas poder del acordado en un principio, su parte y la mía. Por supuesto que le éxito la propuesta y aun mas las ocasiones que pasábamos juntos. Ese señor era un fetichista de lo peor.

El cierre del trato se hizo unas semanas mas tarde, pero lo que él no sabia era que jamás había cambiado el contrato, el poder que él tenia sobre el club seguía siendo el mismo que habíamos hablado al inicio. De vez en cuando seguíamos encontrándonos, porque debía mantener mi actitud para que el plan no se echara a perder.


Aun me quedaban dos pajaritos a los que les debía dar un tiro. Eran gemelos, y manejaban una de las mejores cadenas hoteleras del continente, a mí me resultaba muy beneficioso, pero también muy difícil, no tenían puntos débiles a la vista. Uno de ellos había organizado una cena familiar, me invito porque habíamos creado una – digamos – amistad, nos llevábamos muy bien, él era amable, comprensivo y sobre todo él tenia la mayor cantidad de dinero en alianza con su hermano, en términos simples él era mi chico de oro.

Gracias a Dios tenia ventaja en el nuevo juego, porque es bien sabido que el hombre se basa no sólo en la razón, sino también en el sentimiento y la emoción, y yo era un detonante en ese ámbito. Había hablado con él de temas personales, pero había algo que no contaba nunca, la muerte y el pasado, así que me iba a aprovechar de mis propias debilidades.

La cena paso con tranquilidad, cuando estaba a punto de retirarme él me ofreció llevarme hasta mi casa, obviamente lo acepte, era mi oportunidad. A mitad de camino le dije que no quería ir a mi loft, siempre estaba sola, lo único que sentía era soledad en esas cuatro paredes, como siempre me entendió, así que me llevo a la terraza de un edificio abandonado, no hablamos, solo estuvimos. Yo saque el tema de mi pasado y como poco a poco he alcanzado la libertad, me escucho, y finalmente me abrazo. Fue algo sincero, me sentí sucia porque solo me estaba aprovechando de él, pero así era la vida.

Los días siguientes fueron más de lo mismo, él había atado sus sentimientos a mi dolor, quería librarme de todo lo malo que me atormentaba, pero yo no sentía algo más que ambición. En el momento adecuado se dio el tema de firmar la inversión, pero debía tomar en cuenta la opinión de su hermano, y ese tipo no confiaba en mi, así que tenia uno a favor y otro en contra, lo único que podía salir de aquí era una pelea entre hermanos, a mi me daba igual si se alejaban, solo quería que mi cometido se cumpliera.

Como lo dije, ellos dos se terminaron peleando, "¡Es un buen negocio y ella es una buena persona!", "Solo se esta aprovechando de ti, no seas imbécil!". A eso de las dos de la madrugada mi chico de oro se presento en el club, con sangre en la ropa, despeinado, y bastante alterado, no lo voy a negar, me dio miedo verlo en ese estado, pensé que había matado a su hermano o algo así, pero no, solo se agarraron a golpes y decidieron cortar lazos, "Voy a firmar, ese cabron ya no es ni mi socio ni mi hermano." fue lo que dijo cuando lo recibí.

En si, no afectaba mucho la ausencia de la otra parte, como había dicho antes, él no tenia ni el cuarenta por ciento del capital, así que todo iba a estar bien. A cambio le regale encontronazos muy tiernos, todo era muy pasional, no me llenaba, pero estaba contenta con el resultado final. 


Después de todo, aprendí que el punto de quiebre del humano son los sentimientos y nadie se salva de eso.





¿De qué sirve ganar el mundo entero si se pierde la vida?
Marcos 8:36

¿De qué sirve ganar el mundo entero si se pierde la vida?Marcos 8:36

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Avaricia:
  Un pecado de exceso. La particularidad de la avaricia es que se caracteriza por el deseo vehemente de adquirir riquezas y bienes en cantidades mayores de lo que es necesario para satisfacer las propias necesidades, entendiendo por necesidades todas aquellas que procuran el desarrollo integral de la persona.

Los pecados de M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora