el juego

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Abro las puertas del lugar, las luces verdes, la música con el volumen al máximo, y el calor me golpean de lleno al entrar. Desde mi posición puedo ver a todo el mundo en el piso de abajo, bailando, divirtiéndose, bebiendo, viviendo su vida de la mejor manera en la que podían hacerlo esta noche.

Bajo las escaleras mientras sigo observando lo que pasa a mi alrededor, camino con actitud hacia la barra, pido dos tragos dobles para comenzar la noche; mientras pasa el tiempo me voy relajando, disfruto de la música, comienzo a sentir los sentimientos, las feromonas que asfixian el pequeño club, algo completamente extasiante. Una joven se sienta a mi lado y pide una ronda de tequila, le sonrió en forma de saludo y ella comienza una platica que termina en invitación a su grupo de amigos, sin pensarlo acepto y pido otra ronda.

Llegamos al centro de la pista y tres tipos que parecen de mi edad nos reciben con gritos, se reparten los tequilas y me saludan con preguntas básicas, uno de ellos hizo que diera una vuelta para que me viera desde todos los ángulos, no me quita los ojos de encima y me sonríe como un lobo que comerá a su presa.


Las gotas de sudor y la electricidad recorren mi cuerpo, mis caderas se han convertido en hamacas, los brazos ahora son enredaderas que envuelven lo que encuentran a su paso, los labios son el escondite donde se mantienen los secretos y mis intenciones se han convertido en la trampa mortal, en mi carta maestra de la noche. Bailo en el centro de un circulo conformado por hombres, el circuito se cierra más y más a cada momento, me ahogo en las miradas sugerentes de todos ellos, siento el poder en la yema de mis dedos y no lo desaprovechare.

El tipo de hace un rato sigue haciendo fricción conmigo, no deja de tentar, piensa que él tiene las riendas del juego, me divierte la manera en la que hacemos contacto, es algo seguro que sacare muchísimo provecho de esto.

A las tres de la mañana ya no son solo hombres los que tengo bajo mi hipnosis, varias mujeres han sido mucho mas atrevidas y me han tocado, acariciado, besado y dicho hasta como me prepararían para ser su cena, les he seguido el juego y hemos acordado en algo después de tres o cuatro rondas de trago más. Llegan las cuatro, ya estoy harta de bailar, quiero jugar, pero no veo a mi objetivo así que hablo un poco con las personas que me rodeaban y quedamos en irnos todos – incluyendo a las diosas de hace un rato– a otro lugar, me disculpo y camino al sanitario, pero me detengo, porque hay algo que he buscado y por fin lo he encontrado, mi lobito personal esta recargado en un pasillo obscuro, solo, con un cigarro entre los labios, la ropa mal acomodada, el cabello despeinado, y el olor de su perfume que llega hasta donde estoy. Puedo jurar que en esos momentos no podía imaginar una escena más lujurienta que la que él me ofrecía. Es obvio que sintió mi mirada cargada de promesas y me la devolvió, pero no como las del principio, esta me decía un "aquí te pillo, aquí te mato" y no lo tuvo que hacer dos veces, corrí hacia sus brazos y nos refugiamos en la esquina de ese pasillo, todo lo que se había acumulado durante la noche se descargo en unos excitantes veinte o treinta minutos. 

Volvimos con mi nuevo grupo de amigos y quince minutos después salimos todos del club, llenamos cinco autos de los participantes con dirección a un punto de encuentro previamente acordado. No tardamos mucho en llegar, estábamos tan llenos de deseo que en el camino todos empezaron a besarse, tocarse y estimularse, por eso el tiempo se hizo corto, no podían esperar, el ser humano es así. Entramos a una villa hermosa, algunos sacaron bebidas y empezaron a repartirlas, de pronto mas de la mitad ya estaban desnudos en el salón principal, yo miraba, de repente participaba dando placer al desesperado pero me calentaba mas ver a todos disfrutar, no sé en que momento termine en medio de todos, siendo el bocadillo favorito. Todo ese tiempo estaba enfocada  en el único que había sido mi favorito hasta ahora, un ser que se había plantado como el todo poderoso, que sonreía al ver como era devorada por su manada. No me iba a quedar como modelo en exposición erótica, me deje llevar por el deseo de satisfacer mi ego y los papeles cambiaron, ahora él era parte del buffet. 


Yo sabia que esto se había convertido en un "Quien caiga primero, pierde" entre él y yo. Lo que no saben es que yo nunca pierdo. 


Los rayos del sol estaban entrando poco a poco por el enorme ventanal, desperté un poco desorientada, fije mi mirada en el techo y me quede pasmada, ha sido lo mas sorprendente que he visto en mi vida. Un espejo, que ocupaba toda el área del salón, lo que me cautivo por completo fue el reflejo, ahí estaba yo, rodeada de cuerpos, era el centro de todo ese acto teatral, tal y como me gustaba. Reí divertida y taché mentalmente mi pecado de la lista.





Ahora bien, las obras de la carne son evidentes, las cuales son: inmoralidad, impureza, sensualidad.
Gálatas 5:19

Gálatas 5:19

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Lujuria: 
Pecado producido por los pensamientos excesivos de naturaleza sexual, o un deseo sexual desordenado e incontrolable.

Los pecados de M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora