El tiempo transcurre sin detenerse, no nos damos cuenta del cambio, mucho menos vemos que es cruel, necesario y silencioso.
Por ejemplo, yo ni siquiera me di cuenta cuando había decorado las paredes de mi jaula, no sentí el momento en el que me reprimí y creí que la farsa en la que estaba metida era vida, ahora me doy cuenta que acostumbrarse es otra manera de morir, peque antes de darme cuenta que lo hacia.
Para avanzar hay que fallar muchas veces, es lo que dicen. Pues yo creo que para vivir hay que morir y renacer, fue justo lo que hice, en el camino perdí mas de lo que gane, pero por lo menos no me quede con las ganas de intentar, puedo asegurar que disfrute, me la pase divino y que no me arrepiento por absolutamente de nada, hice lo que quise, sin encadenarme a consecuencias.
Estaba lista para una noche mas de desmedimientos, si el dolor no me hubiera puesto a temblar juro por lo mas sagrado que hay en el mundo que esa hubiera sido mi gala estelar, el tiempo paso y yo estaba hecha una basura, sucia, cansada, no podía pararme, estuve a punto de orinarme encima, pensaba que todo pasaría, pero no, llame a urgencias, me sacaron del loft como pudieron, en el hospital me asearon, metieron tubos por todas partes, entre otras linduras, "Realmente esta mal", fue lo que alcance a escuchar de una conversación entre los doctores que me atendían.
Finalmente me dejaron ir, lastima que ahora no pueda extralimitarme, llevo en esta jodida cama cuatro días, escribiendo mi historia, o bueno, solo la parte interesante, según el medico, no puedo ni debo volver a mis andadas, porque pasaría un proceso súper normal al cual todos le tienen miedo. Hice caso solo por pocos días, no iba a morir en un cuarto agobiante.
"No puedes salir entiende, vuele a tu cama.", ordeno cuando me vio vistiéndome para volver a la acción, "¿Quiere ver como si puedo?", lo rete, pase mucho tiempo tentando el borde de la vida, había prometido vivir hasta quemarme, esta noche era la oportunidad perfecta para demostrar que lo que prometía era verdadero. "Puede que mueras en cualquier momento de la noche.", trato de convencerme, tiempo perdido, "Pues que pase lo que tenga que pasar.", "¡Dios!, voy a ir contigo." quise decirle que no, pero él era libre de hacer lo que quisiera, así que no puse objeción.
Primero pasamos a tomar un trago de Néctar, me gusto ver su expresión de alucinación cuando la probo, una vez ya medio calentados dimos la vuelta por las calles de la ciudad, descansamos en la misma plaza donde tome la mejor decisión de mi vida, así que se me ocurrió ir a mi lugar.
Lo guie hasta llegar a mi club favorito, "¿Que hacemos aquí?", "Soy dueña de este sitio, bueno, tengo parte del capital, yo hice lo que es ahora, es como un hijo, ya sabes, lo ayudas y ves crecer", salí del auto, el frio carcomiendo mis huesos era una sensación increíble, la emoción por entrar me hacían saber que aun seguía viva, "No vas a entrar ahí", me dijo muy serio, yo solo me burle, corrí escaleras arriba, tan rápido como mi cuerpo lo permitía, mire hacia atrás y el me perseguía, llegue a las gigantescas puertas, salude al guardia, "El tipo raro que viene atrás de mi, viene conmigo, déjalo pasar" le dije antes de entrar y subir por las escaleras privadas, la vista de todos ante mis pies era preciosa.
Cuando lo vi entrar casi me atraganto por la risa, todo paranoico buscándome con la mirada, penosamente las miradas son muy pesadas, y el sintió la mía, volteo a donde yo estaba, sus facciones enojadas eran impagables, me desparecí y baje por otras escaleras, ahora debía encontrarlo, no tarde mucho, el estaba en medio de la pista, así que hice lo que muchas veces antes había hecho, baile a su alrededor, le mostré mi hábitat natural, como era un imán que atraía a quien estuviera cerca.Él seguía tenso, así que por puras ganas de saciar mi ego, descargar la lujuria, sacar las emociones contenidas, lograr lo que me proponía y demostrar que lo que manejaba era excesos y no restricciones lo bese, no le di tiempo de reaccionar, pase de su boca al cuello susurrando realidades, "Relájese, lo tengo todo perfectamente descontrolado." Una vez más me aproveche de sus labios, y solo con eso tome el poder de manejarlo por el resto de tiempo que me quedaba.
Estaba súper borracha, en esos instantes de poca lucidez pude darme cuenta que estaba en un baño, encima del que se suponía estaba aquí para ponerme limites, no tardamos mucho, volvimos al ruedo, alcohol por todas partes, la música a todo volumen, las luces que se metían por debajo de la ropa, el delicioso calor infernal traspasaba la piel, todo era perfecto, era mi paraíso.
No sé qué paso, o como conseguí salir de ese mar de gente, pero me encontraba en las escaleras de la calle con una botella de tequila, me sentía envuelta en miles de reacciones químicas, el mundo daba vueltas, trate de bajar por las escaleras pero tropecé, y esta vez nadie estuvo para detener mi caída, con la vista hacia el cielo, el mango de la botella aun en mi mano, y el corazón latiendo fuerte, suspire.
Sentí mucho calor en la muñeca donde sostenía lo que quedaba de la botella, no le tome importancia, solo veía como el cielo pasaba de estar lleno de estrellas a un reflejo de la vieja yo, la noche en la que había descubierto el engaño, la primera y ultima vez que vi su rostro, los sacrificios que hice, la traición, la mentira, el dolor, el placer, un espejo y finalmente la cara del doctor, que pasaba de una sonrisa baja bragas a una de terror, aun podía escuchar sus gritos, los gemidos, las ordenes, todo lo que me recordaba a él, seguía en mis oídos, en mi alma.
Antes de irme, he recordado algo importante, llevo contándote como han sido los últimos eventos de mi vida y ni siquiera me he presentado. Soy Mariel y todos mis pecados han sido el pase de entrada a mi paraíso, donde se encuentra la felicidad, las ganas..., los sentimientos que había perdido, donde no existe el dolor, y si algo te duele, te sanas pecando un poco más.
"¿Qué carajo te has hecho en la muñeca?", ay guapo, si tú no sabes, menos yo, "¡Llamen a una ambulancia!", escuche a lo lejos mientras unos brazos me llevaban con él, "¡Joder Mariel, no te mueras!", ya era tarde.
Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y amplia es la senda que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella.
Mateo 7:13-14
El nombre Mariel: Proviene de dos nombres: María, que significa "amada de Dios", e Isabel, cuyo significado es "Dios es perfección".Pereza: Es la incapacidad de hacerse cargo de la propia existencia de la persona y de las obligaciones espirituales de la fe que practique. A través de la pereza o acidia, las personas olvidan del cuidado propio y descuidan también el amor que se debe a Dios. la pereza, por lo tanto, genera tristeza, desgano y aislamiento.
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Los pecados de M.
De TodoM. cumplirá con todos los requisitos para lograr una merecida estadía en el paraíso. Los pecados que la corrompen serán el pase hacia su libertad.