Capítulo III: El príncipe misterioso

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Tn: Pensé que no vendríais.

Karma: Estuve dudando entre si debía acudir o no. Al final opté por divertirme un poco.

Me giró levemente mientras me cogía de la cintura.

Tn: ¿Qué os hizo cambiar de opinión?

Él dudó.

Karma: La tentativa de poder bailar con vos frente a todos los muchachos de la corte. Por cierto, he de destacar que vuestro vestido es muy recargado. Catalogaría la prenda incluso como hortera.

Reí levemente.

Tn: Vaya, nadie se ha atrevido jamás a insultar mi belleza ni mi vestuario. Faltar el respeto a la familia real significa el destierro o la muerte, ¿ debería pedir una espada para cumplir con vuestro castigo?

El sonrío, aunque sus ojos me dejaban observar un atisbo de pena.

Karma: La muerte sería el castigo perfecto, así podría dejar de ver ese vestido tan estúpido.

Volví a reír.

Tn: Vaya, no creo que pueda burlarse de mi vestimenta cuando vos parecéis una pieza de caza, ¿debería de pedir a un cazador que os disparara una flecha?

Karma: Solo si estáis dispuesta a lucir mis pieles.

La pieza terminó y me retiré junto a mi familia. Mi acompañante en cambio, se mostró más reacio a caminar en mi dirección.

Tn: Me gustaría que mi familia os conociera, fuisteis mi Salvador y os estaré eternamente agradecida, lo menos que puedo hacer es que mi familia también os lo agradezca.

Karma: Mostraría más agradecimiento si no me los presentara.

! : ¡Alteza!

Irina llegaba en ese momento caminando por mi espalda. Traía consigo tres copas de sidra.

Irina: Princesa... Y... ¿Vos sois algún noble de esta tierra?

Fui a presentar a mi pareja de baile cuando él se me adelantó.

Karma: Príncipe Shiroyuki.

Tras esa reverencia Irina correspondió con otra.

Irina: Creo que me sonaís de algo... Creo que ya nos hemos conocido...

Él se mostraba muy incómodo mientras irina lo excrutaba con la mirada.

Irina: En fin, debo de haberme confundido, porque me recordáis a un criminal muy buscado por estas tierras unos años atrás...

Él se mostraba cada vez más inquieto y yo comenzaba a sentirme muy incómoda.

Irina: Bien, Majestad, os he traído una copa de sidra, espero que os guste.

Irina me tendió la copa y en ese momento Karma se tropezó, causando que Irina tirara la copa al suelo, rompiéndose en mil pedazos.

Karma: Lo lamento muchísimo, soy un torpe.

Sus ojos serios no mostraban ápice de que hubiera sido un accidente.

Irina: No es molestia, su Majestad puede tomar mi copa.

Tn: Bueno, lo cierto es que no tengo sed - dije con sinceridad - os lo agradezco de todas formas.

Irina asintió.

Irina: En ese caso, yo me dirigía hacia vuestra madre, creo que a ella le gustaría conocer a vuestro acompañante en el baile, ¿no os parece? ¿O es que tenéis algo que ocultar a la familia real?

Mi Príncipe Rojo (Karma x tn) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora