Capítulo V

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Narra Karma:

Me encontraba en el bosque esperando a Tn.

Me había acercado a ella por lo que Tn había recuperado la memoria, pues el hechizo había sido roto junto con mi promesa.

Cuando pensaba que ya no iba a venir, escuché unos pasos a mi espalda.

Me di la vuelta y la vi, la chica de la que llevaba toda la vida enamorado y que ahora el solo hecho de saber que me tomaba por un asesino me destrozaba el alma.

Tn: He venido para que me des una explicación.

Karma: Estás en todo tu derecho, sé que ahora recuerdas todo lo de la promesa, y crees que traté de acabar con tu vida, pero debes escucharme.

Tn: Un traidor no merece ser escuchado.

Karma: El hecho de que estés cegada por el pasado no te da el derecho de llamarme eso.

Tn: Tengo el derecho ya que las pruebas no muestran otra cosa. Un inocente no se ocultaría de esa manera.

Karma: Un inocente puede ser tomado por culpable si los verdaderos culpables están cerca de los primeros mandos.

Tn: Explícate.

Karma:, Aquí no. Conozco un lugar en el que es imposible que nos escuchen.

Tn: No voy a acudir con vos a un lugar donde no me pueden escuchar.

Karma: No estaremos solos. Confíad en mi.

Tn: Confié en ti una vez...

Apenas estábamos alejados unos metros, pero la distancia parecía ser de mil leguas.

Dudé en si debía avanzar y hacer lo que llevaba doce años esperando y besarla hasta que su corazón volviera a ser mío, pero mi cabeza reaccionó en el último momento y me mantuvo con los pies en la tierra.

Pasaría mucho tiempo hasta que pudiera volver a abrazarla, si es que eso volvía a suceder...

Karma: Iremos al palacio de la Duquesa Blanca, allí podremos hablar.

Tn: Ese sitio está muy lejos.

Karma: Muy lejos para un caballo, pero no para un hechizo. Los años estudiando magia sirvieron para algo su alteza.

Vi cómo ella dudaba entre si aceptar o no.

Era natural que ante malentendido tan grave ella dudara.

Tn: Acepto con una condición. Que prometereis no hacerme ningún daño.

Esas palabras me hundieron el corazón como si alguien hubiera puesto una montaña de piedras en mi pecho.

No podía soportar que la persona a la que más amaba en el mundo pensara que yo sería capaz de hacer algo así.

Karma: Prometo no haceros daño.

~

Ella me siguió por el bosque en un terrible silencio que me dolía.

Karma:, Ya hemos llegado.

Tn: Pero... Si esto es un manzano...

Karma: Es un manzano especial.

Con un movimiento de dedos trazó un símbolo en la corteza del árbol y al instante, una pequeña puerta se abrió en el árbol.

Pasamos al interior y al otro lado observé el maravilloso castillo de la Duquesa Blanca.

Hacía mucho tiempo que no la visitaba

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Hacía mucho tiempo que no la visitaba.

Aguri Yukimura era conocida como la duquesa blanca. Estaba casada con uno de los magos más prestigiosos del reino.

Lo llamaban Korosensei, porque era imposible de matar por ningún otro mago, aunque también había sido nombrado Shinigami por su dominio de las artes oscuras.

Su hermana pequeña era muy amiga de la familia real y estaba promerida con Nagisa.

Cuando éramos pequeños siempre nos llevábamos bien y aunque ahora nos seguíamos invitando a los bailes, desde mi incidente con Karma nada había vuelto a ser lo mismo.

Tras ser recibidos por la duquesa, esta nos dejó una habitación sola para hablar.

Tn: Explícate.

Karma: Por dónde empezar...

Tn: Empieza por mi tarta envenenada.

Karma: No sabía que lo estaba. La preparé en la cocina y cualquiera pudo envenenarla.

Tn: ¿Mi té?.

Karma: Puse lo que me dio Irina. Era veneno, fue ella. Yo no supe que era veneno hasta que fue demasiado tarde.

Tn: ¿Cómo te atreves? ¿¡CÓMO TE ATREVES A INSINUAR QUE LA MAGA MÁS BRILLANTE DE LA CORTE FUE LA CAUSANTE DE MI ENFERMEDAD?!

Karma: ¿Por qué no puedes ver más allá? ¿No puedes pararte a pensar en que yo nunca sería capaz de hacerte daño?

Tn: ¿Y por qué no curaste a mi padre?

Karma:¡Eres una egoísta! Me hiciste prometerte que salvaría a tu padre.

Tn: ¿Por qué no lo rechazaste?

Karma: Porque yo haría lo imposible por verte sonreír.

Ambos nos quedamos en silencio.

Tn: Yo te amaba...

Karma: Yo te amo.

Me aproximé a ella y tomé su rostro entre mis manos.

La obligué a que me mirara a mis ojos.

Karma: Y te sigo amando.

Presioné mis labios sobre los suyos. Ella al principio se tensó, pero luego dejó que la besara.

Saboreé su deliciosa boca, dejándome llegar por mis instintos.

Ella acarició una de mis mejillas y noté como una lágrima desesperada descendía por su pómulo hasta mi dedo.

Ella se apartó poco a poco y me miró con una explosión desesperada que me rompió el alma.

Tn: Yo también te sigo amando, pero no puedo creer que Irina fuera capaz de hacer algo así, y no puedo creer que me hagas esto. Estoy prometida, y ahora, me gustaría que os olvidarais de mi para siempre.

Salió de la sala y yo me quedé pensando.

Debía demostrar que Irina mentia.

Debía demostrar que yo era inocente.

Y sobre todo, debía demostrar que la seguía amando.

_

Bueno, hasta aquí el capítulo de hoy.

Esto se va poniendo interesante. En el próximo capítulo saldrá Nagisa, que me habéis pedido que salga y yo no os voy a defraudar.

Buenas noches UwU

❤️

Mi Príncipe Rojo (Karma x tn) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora