La primavera y otoño pasan tan rápido, las flores nacen y se marchitan, pero, entre todo ésto, mi amor sigue floreciendo.
Tu sonrisa me hace sonreír inconscientemente y tus cortas palabras acarician mi alma.
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- ten... tengo m-miedo...
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La noche era fría y acogedora, era linda y abrazadora junto a sus matices de apenas unos rayitos de luz que la luna dejaba caer al iluminar algunas hojas de los grandes árboles, tan linda.
Aunque muchos podrían preguntarse, ¿Cómo puede la noche ser acogedora?
Lo es.
Lo es luego de tener una terrible tarde cargada de trabajo en la escuela, luego de escuchar aquellas molestas críticas durante varias horas. Estaba harto de oír esos murmullos a sus espaldas.
"Wakala Jeon será guapo pero es un retrasado"
"Ni en la cama podría ser bueno"
Tae presionó los ojos alejando esos recuerdos, ellos eran unos idiotas que no sabían nada de su vida, y estaba bien así, porque Kim Taehyung era muy feliz.
Era feliz con solo pensar que al llegar a casa unos bracitos lo envolverían en un abrazo cálido de amor, era feliz porque tocaría la pancita de su precioso novio rechonchito. Y cómo pueden llamarlo tonto cuando Jungkook más inteligente que la bola de idiotas que juzgan las apariencias, Jungkook era mil veces mejor que todos ellos juntos.
Já.
Se detuvo a la distancia a observar su hogar, algunas luces estaban apagadas lo que indicaban que el señor Jeon y la señora Kim descansaban....y al observar a su habitación podía observar la ventana cerrada pero la silueta de su bello amor sentado junto a esta esperando por el, esperando con impaciencia a su novio.
Sonrió en grande y entró rápidamente sintiendo todo el estrés evaporarse de su cuerpo.
— ¡Amor!
Kook pegó un saltito de la impresión, no le había escuchado llegar por estar muy concentrado en pensar en aquello que había estado anhelando hace unos días
— Tae— susurró y fue hacia el colgándose como un pequeño koala, aunque por su pancita de casi cinco meses tuvo que bajar para no lastimarse...
— te extrañé mucho mi ángel— le susurró Tae dejándole unos besitos en sus mejillas rositas
— bebé... también...
Y a Taehyung se le movió el corazón al ver tanta ternura en su novio, vestía una camisa rosa gigante casi transparente por lo que su linda pancita relucía tan bella...
— yo los extraño siempre a ambos, mis dos amores — Kook sonrió y con los nervios de punta se colocó de puntillas y besó a Taehyung, un beso temeroso que el mayor se encargó de profundizar para que Kook se sintiera cómodo
— te amo tanto — susurró a su lindo chico quien ardía en incandescencia, Taehyung le besó de nuevo llevando una de sus manos a la espalda de su chico para atraerlo mejor a sí mismo, aunque un pequeño movimiento en su abdomen le distrajo...
