Fuera del Hielo - Kookmin.

E L E V E N

Ya habíamos llegado hace media hora, los médicos no decían nada, las enfermeras solo mostraban compasión pero nada más.
La señora ... estaba inconsolable, simplemente se había derrumbado sobre mí. Luego de unos minutos apareció el señor Kim y todos los chicos, quienes no podían controlar su desesperación y angustia.

- Familia del paciente Jeon - todos corrimos - lamentablemente hicimos todo lo que pudimos - la señora Jeon pegó un grito desgarrado, esto no podía estar pasando, era todo mientra, simplemente era un maldito sueño del que no podía despertar. Dígame qué era un sueño, díganme eso. Las lágrimas caían cuál lluvia por mi cara, debía ser una maldita broma.
Pensaba que no era justo para el, alguien tan joven y lleno de proyectos que esto termine así, pensaba que no era justo para ambos no poder despedirnos, se me cruzaron mil y un pensamientos mientras la mujer dijo eso. Simplemente quería pellizcarme y despertar - el golpe en la cabeza...

— Nono, Jeon Jungkook, herida de bala - dijo el señor Kim.

— Ay no! Mil disculpas, era para otra familia - en ese momento sentí ganas de estrangularla y maldecir, el almas regresó a mi cuerpo y lloraba pero de alivio. Porque mi amorcito seguía con vida.

La hora paso y sabíamos menos que antes, simplemente deseaba que me dijeras "todo va bien" cómo para poder dejar de lagrimear.

— Familiares de Jeon Jungkook? - nombró el médico - su hijo está estable, la bala había perforado un poco una arteria, pero logramos reconstruir y está fuera de peligro - todos nos abrazamos, era un alivio - dentro de media hora podrán pasar a verlo, por ahí ya despierte de la anestesia total - todos asentimos y le dimos las gracias al médico. Dios, estaba vivo. ESTABA VIVO.

Los minutos pasaron y pudimos entrar, la señora Jeon se había sentado en el sillón chico, a su lado el señor Kim, en el sillón grande los chicos y yo estaba justo al lado de la cama.
Pareciera que la espera era estrena, ya quería ver sus ojos negros, su sonrisa de conejo, su bello rostro iluminado.
Le había avisado a mamá, me dijo que vendrían mañana por la mañana junto a la abuela, quien casi "muere" cuando se enteró y pidió salir.
Saben, me imaginé miles de escenarios, me echaba la culpa, lo quería matar a Taemin. Porque no podíamos ser felices, porque no podía ser la persona que acompañé a kookie en todo. Las cosas vividas pasaban como película en mi cabeza y dolía, éramos dos jóvenes, enamorados y con ganas de pasar la vida juntos.
Siento como la mano que sostenía, comenzaba a moverse, miró su rostro y un ojo se abre.

— Jungkook se está despertando - dijo en un tono media bajo. la mamá se acercó a la cama para que su hijo la vea.

— Omma - pronunció Jeon.

— Si, hijo. Acá estoy - le tomó la mano izquierda.

— Omma - ella asintió - quienes son ellos? - si mi mundo se podía venir abajo, este era el momento, mi corazón se estrujó como nunca. No quería repetir la historia, no de nuevo. Pero si debería reconquistarlo, lo haría mil veces más.

— Hijo! Cómo que no te acordás? - la madre de Jungkook comenzó a desprender pequeñas lágrimas - no hijo - negaba. Jungkook comenzó a reír muy fuerte, nadie entendía que pasaba.

— Fue una bromita - dijo - los recuerdo a todos - la madre casi lo asesina con la mirada.

— Hola amor! - se giró a mí.

— Maldito, Jeon - le grite - no te pego por compasión, pero te mereces una buena paliza.

— Yo me sumo - habló la mamá de Jeon. Todos reímos.

Opté por quedarme yo con él, la señora Jeon y el señor Kim tenían trabajos y cosas que hacer, pero pasaban dos veces al día.
Eran pasada las 11:30 cuando escuchamos dos golpes en la puerta.

— Pase! - dije fuerte.

— Jungkook - habló mi mamá.

— Señora Park - le sonrió.

— Te traigo una sorpresa - y mi abuela apareció en la silla de ruedas.

— Abuela! - le dijo - qué hace aquí?

— Mi precioso nieto en ley ha sido lastimado, debía venir - él le sonrió tan hermoso.

— Hola abuela! Acá está tu nieto verdadero - le dí un beso.

— No quieras robar protagonismo - todos reímos fuerte.

Mi abuela y Jeon se la pasaron dibujando y pintando, en una se esas vino la mamá de Jungkook y pudo conocer a la mía y a mi abuela.
Estuvieron un rato charlando y disfrutando de las pinturas, hasta que se tuvo que ir. Mi mamá y mi abuela también lo hicieron, en poco saldría su colectivo de regreso. Ambas se despidieron y desaparecieron por la puerta.

— Creo que desde los días que estoy acá, jamás me has besado, Jimin - pronunció Jungkook.

— Estás herido - le contesté.

— No siento nada - me contestó.

— Quieres mis besos? - asintió. Le dí un corto beso, para que se quedara satisfecho.

El doctor entro a la habitación con papeles en la mano, para informarnos que mañana a la mañana Jeon podría volver a su casa, ya estaba todo bien. Se debería seguir cuidando por dos meses pero que todo iba perfecto.
Le agradeci eufóricamente y no bien se fue, me lancé sobre Jungkook.

— Extraño tenerte arriba - me guiño el ojo.

— Ya! Jungkook - y me puse todo coloradito. Jeon rió muy fuerte y me beso de sorpresa.

— Te amo, Jimin - me besó.

— Te amo más, Jungkook - y lo volví a besar.