Al día siguiente pasó exactamente lo mismo. Jimin se despertó expresamente solo para darle los buenos días al pelinegro. Ya estaba mucho mejor, pero esperaría al día siguiente para volver a salir a la calle. Aunque no saldría a correr, pero si tenía que ir al supermercado. Porque después de las gachas y el pastel, solo se había alimentado de fruta, pues no tenía ganas de cocinar. Y tampoco es que tuviese muchas cosas en la nevera como para poder preparar algo. Lo único que tenía eran fideos y algunas verduras que estaban a punto de ponerse feas.
Ya de noche, escuchó que Jungkook llegó, por lo que salió de su casa y llamó a su puerta. No sabía que lo había llevado a hacer eso. No sabía de donde había sacado el valor. Pero ahí estaba él. Frente a un pelinegro con una ceja arqueada y con cara de confusión.
-¿Jimin?
-¿Si?
-Eso digo yo... ¿Estás bien?
-Yo... Si... Es solo que... Mañana ya voy a salir...
-¿Y?
-¿Te apetece cenar conmigo unos ricos fideos con verduras?
-¿Disculpa?
-Mañana tengo que salir a hacer la compra, solo tengo eso... Quiero agradecerte todo lo que has hecho... Y mañana volveremos a la normalidad...
-¿Y quieres algo así como... El último encuentro?
-Si...
-¿Pero te encuentras bien como para cocinar?
-Si... solo son fideos con verdura, no tengo nada de carne... No puedo ofrecerte mucho más...
-Yo tengo algo de carne... Espérame un segundo... -Entró casi corriendo, dejando al castaño super nervioso frente a su puerta- Toma... Si no la como hoy creo que acabaré tirándola...
-Genial...
-¿En lo que cocinas, me dará tiempo a darme una ducha?
-Claro, he venido en cuanto te he escuchado para que no comieses nada...
-Genial... Pues en unos diez minutos estoy allí...
-Vale...
En cuanto Jungkook cerró la puerta, Jimin salió corriendo para cocinar lo que sería, probablemente, su primera y última cena. No se esmeró demasiado, porque de todas formas... Era Jungkook. No quería esmerarse con una persona que no era de su agrado. Simplemente quería agradecerle. Desde pequeño le enseñaron a ser agradecido, por lo que eso es lo que estaba haciendo. Ni más ni menos. Jungkook por su parte, en cuanto cerró su puerta, comenzó a desvestirse para llegar lo antes posible al baño. Ya dentro de la ducha se puso a pensar el porqué de la prisa. Solo era Jimin. El exasperante y desagradable vecino de al lado. De todas formas, tardó solo cinco minutos en asearse y los otros cinco fueron para elegir que ponerse. No entendía el porqué estaba emocionado, pero lo estaba.
Pasados los diez minutos, el timbre sonó y Jimin fue casi corriendo a abrir la puerta. Él también se había cambiado. ¿Porqué? Pues por que no le parecía correcto recibir a un invitado para cenar en pijama. Tampoco es que se hubiese vestido como si esto fuese una cita. Porque no lo era.
-Diez minutos exactos... Que precisión... Pasa... La cena esta lista ya...
Ambos chicos se sentaron en la mesa que tenía Jimin en su cocina. Dieron gracias por la comida y comenzaron a comer. Jimin no sabía el porque, pero estaba ansioso por saber si era del gusto del pelinegro. Jungkook no sabía como con unos alimentos que estaban a punto de ponerse malos se podía hacer una comida tan deliciosa.
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**KOOKMIN** El nuevo vecino
RomanceJimin y Jungkook se conocen de mala manera pero... ¿Podrá eso cambiar? ¿Serán capaces de llevarse bien? #5 - pasteles (24-11-2011)