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Capítulo 8

Al ver venir a Yang Xuan, Feng Bo soltó el escote de Tang Junhe, y antes de soltarlo, no olvidó ponerle una mano en el pecho: "Hermano Xuan, tiró su pelota de baloncesto por la ventana".

Tang Junhe fue empujado hacia atrás por él dos pasos, luego se detuvo y miró a Yang Xuan.

"¿Qué pelota de balocesto?", Preguntó Yang Xuan.

Chen Hao cruzó los brazos contra el marco de la puerta del salón de clases, observó la emoción y dijo: "Es la pelota de baloncesto firmada por tu NBA All-Star".

Yang Xuan volvió la cabeza y miró a Chen Hao, caminó hacia Tang Junhe, bloqueó la luz del sol en su rostro, lo miró a los ojos y preguntó: "¿Lo arrojaste?"

Tang Junhe levantó un poco la cabeza, miró a Yang Xuan, que era media cabeza más alto que él, e hizo todo lo posible por hacer una mirada tranquila: "Sí".

Mucha gente corrió hacia la puerta trasera, estiró el cuello y miró hacia afuera. Las personas que pasaban por el pasillo también se detuvieron y se detuvieron para ver la repentina disputa. Las diminutas chispas que caen de la torre de marfil son suficientes para encender una gran pieza de aburrida curiosidad.

Yang Xuan se sintió un poco raro, notó los puños cerrados de Tang Junhe colgando del costado de sus pantalones, y vio fácilmente a través de su nerviosismo y compostura pretenciosa.

La muñeca que solía saber llorar ahora se miraba a sí misma como un gato con la espalda arqueada y esperando. No pudo evitar pensar en cómo sería molestarlo. ¿Lloraría como lo hacía cuando era niño?

"Recógelo", dijo con frialdad.

"¿Ni siquiera vas a preguntar qué está pasando?" Tang Junhe lo miró, tragó. Su manzana de adán se deslizó de arriba  hacia abajo.

La mitad derecha de su camisa estaba mojada, y Yang Xuan ya tenía la idea de que Feng Bo y Chen Hao lo habían arruinado.

"¿Es necesario?", Yang Xuan sonrió, "Si lo tiras, puedes recogerlo".

"¿Qué pasa si digo que no lo recogeré?"

Yang Xuan pareció ver la espalda del gato arqueada más alto, como una reverencia completa. Un pensamiento de broma apareció de repente en su mente, luego bajó un poco la cabeza, se inclinó sobre la oreja de Tang Junhe y dijo en voz baja: "Ya que tu madre te trata como a una princesa, no debería importarle comprarte una pelota de baloncesto idéntica,  ¿verdad? "

La sonrisa levemente burlona que Yang Xuan le mostró en la mañana brilló en la mente de Tang Junhe. Su rostro se sonrojó y su puño cerrado se estrelló contra el rostro de Yang Xuan.

Yang Xuan inclinó la cabeza para esconderse y extendió la mano para atrapar el puño. Su mano envolvió el puño cerrado y lo presionó con un poco de fuerza: "¿Quieres hacerlo? Ahorra esfuerzo..."

"¿Qué están haciendo? ¡Reuniendo una turbilla en el pasillo!" El profesor de matemáticas se apresuró  y empujó a un grupo de estudiantes que estaban viendo la diversión. Su voz impactante instantáneamente disipó a las docenas de estudiantes atrapados en el pasillo. "¡Ni siquiera miraron los resultados en el examen, y todavía tienen la cara para salir  a ver la diversión! ¡hey, ustedes dos, ¿Quieren ser expulsados? ¡Todos, vuelvan a clases!"

Tang Junhe se sacudió la mano de Yang Xuan, lo miró, luego volvió la cabeza y caminó hacia las escaleras.

"Eh, ¿no es un estudiante de esta clase?" El profesor de matemáticas nunca había visto a un estudiante así que no se avergonzara de su rostro, y se sintió un poco avergonzado por un tiempo, atrapó a una persona a su lado y le preguntó.