Subo esto una semana tarde porque me enfermé y me robaron mi computadora, no pude participar los días que correspondían, pero aquí esta el primer día, en la semana subiré los siguientes :D
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Levi nunca pensó que dejar su trabajo en la ciudad y mudarse a las afueras para ser guardabosques podría ser tan placentero. Claro, comparado a la siempre ruidosa, estresante y monótona que era su vida antes, esto no estaba tan mal.
Despertar con los primeros rayos del sol y los cantos de algunas aves, irse a dormir con el suave ruido de la corriente del lago, en los días lluviosos poder disfrutar de una buena taza de té, poder ver distintos animales en sus rondines diarios, que aunque no le agradaran mucho, no eran peligrosos si no les molestaban, y, para su pesar, ver con gran deleite el cómo los ojos de los visitantes más pequeños se emocionaban y brillaban al ver la fauna silvestre, observar las hojas del otoño caer con parsimonia al ritmo del viento, sus risas lo demostraban.
Todo estaba bien.
O eso creyó.
Cuando Erwin, su amigo y también quién le recomendó para este trabajo, le había contado y advertido, pero él decidió no creerle, dando por hecho que eran delirios de él. Todo cambió tiempo después.
Despidiendo a turistas algunas veces le preguntaban acerca de ello, pero Levi solo respondía con una cara llena de desconcierto, ya que no tenía idea de lo que hablaban, dejándolo todo con la excusa de que los niños suelen tener una imaginación demasiado activa. Petra, su compañera de turno, le habló brevemente sobre ello cuando pudo surgir el tema. De Oluo, Eld y Günther, veterinarios y guías de turistas, había escuchado silenciosas conversaciones sobre incidentes que tenían que ver con lo que se contaba a lo largo y ancho del bosque.
"Dicen que es real." "Una vez ayudó a un niño a volver con sus padres." "Ha vivido aquí por siempre." "Si escuchas con atención al viento, te guiará hacia ella." "Es un espíritu bondadoso con el bosque, pero tímido con los humanos."
Una deidad, un espíritu del bosque, eso es de lo que hablaban todos en la reserva. Por lo que se había enterado, solo algunos pocos habían logrado verla, la mayoría niños pequeños, pero ninguno podía describirla detalladamente, diciendo que solo fue por un breve momento y luego se encontraban al lado de sus familias, sanos y salvos. Era alguien benevolente, al parecer. Y todos creían fuertemente en su existencia.
Levi, por otro lado, no estaba tan seguro, no podía fiarse de lo que decían niños de cinco o seis años, lo que escuchaba de sus compañeros eran solo cuentos de los más veteranos o rumores de otros cuantos turistas.
Por eso, esa noche, ya de madrugada, conversaba con Petra, aun había muchas cosas que no entendía acerca de esta "deidad", como, por ejemplo, ¿por qué él no la había visto o encontrado alguna pista sobre ella?
"Tienes que creer." Petra respondió. "Si crees que ella existe y está allá, en el bosque, estoy segura de que podrás verla algún día."
Levi solo atinó a levantar su ceja, cuestionándole. "Tú crees que existe, ¿no es así? Entonces, ¿por qué aún no la has visto tampoco?"
La chica pareció ser tomada por sorpresa por un momento, recuperándose luego de algunos segundos, bebiendo un poco de su taza de té, "No, no he tenido el honor de verla, pero" Le miró con una cálida sonrisa en su rostro. "Has escuchado con cuanto cariño los niños hablan sobre ella, la emoción con la que regresan y quizás volver a verla, ¿cómo podrían mentir sobre algo que nunca han visto antes?"
Bueno, en eso Petra tenía razón, algunos de los testimonios concordaban en varias cosas, y era casi imposible que se pusieran de acuerdo para poder decir todos lo mismo, variaban en el día, la hora, el lugar donde se extraviaron, sería muy tonto negar lo que estaba frente a ellos.
