Dulce chocolate - Changlix

Especial Hyunmin

Segunda Parte

Amarga friendzone

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Aquel viernes todo parecía ir de maravilla.

No tuvó mucho trabajo en la escuela por lo que pudó irse antes de tiempo a su casa. Se quitó el uniforme escolar, se dio una rápida ducha y, tras cambiarse, ya estaba listo para salir rumbo al hogar de los Seo. Agarró su mochila, donde había guardado su pijama para poder dormir con mayor comodidad y alguna que otra cosa necesaria, diriendose a la puerta principal.

Fue entonces que sintio como su celular vibraba en su bolsillo. Una sonrisa incoscientemente se dibujó en su rostro al notar que se trataba de un mensaje de Hyunjin.

[Jinnie <3]

Hey, Min, ¿me acompañas a comprar gaseosas y snacks para hoy?

Tecleo una rápida respuesta y, sin intentar disimular su alegre humor, se dirigio al encuentro con el otro.

Habían comenzado a enviarse mensajes por privado hacía un par de semanas, cuando el rubio le pidió ayuda con un ejercicio de física que no había entendido. Casi siempre era Hyunjin quién mandaba el primer mensaje, sobre todo porque a Seungmin aún le daba vergueza escribirle y no deseaba ser molesto.

Las compras fueron divertidas, jugaban entre los rincones de la tienda, escondiéndose el uno del otro como niños pequeños. Pocas veces estaban ellos dos solos y, sin duda, eran de sus momentos favoritos. Cuando Hyunjin estaba solo con él se comportaba de manera menos ruidosa, seguía siendo jugueton y charlatan, pero a Seungmin le daba la sensación de que se volvía ligeramente más tranquilo.

Compraron todo lo necesario para esa noche y continuaron su camino, rumbo a la casa de Changbin, siendo recibidos con la sorpresa que no serían sólo ellos cuatro, sino que se habían sumado otros dos a la celebración. Cosa que no le importó demasiado a Hyunjin, más fue un gran impacto para Seungmin.

Si bien al principio se sintio incomodo, y hasta algo intimidado, por la precencia de los dos desconocidos, una vez comenzó a hablar con Jisung, la noche se volvió amena. Ambos chicos habian estado conversando en el living, esperando a que los demás trajeran la comida, luego de haber acomodado de manera improvisada la mesa ratona con servilletas y vasos.

Para ese momento, Han ya estaba recargado sobre el sillón doble, mientras que el otro se había apropiado del individual. La charla iba bien hasta que, temporarlmente, la detuvieron cuando Minho apareció por la puerta de la habitación, trayendo las botellas que Seungmin había comprado con Hyunjin más temprano.

El castaño fue testigo en primer plano de como el chico de cabello naranja se inclinaba frente a Jisung, mirándolo a los ojos con su sonrisa gatuna. No tardaron en acortar la distancia para darse un fugaz, pero aún así muy tierno, beso. Kim abrió los ojos ligeramente ante dicha escena, pues aún no estaba enterado de que aquel par eran novios y esta nueva información le sorprendía un poco.

Una extraña sensación se instauró en su pecho al verlos, eran tan adorables y estaban profundamente enamorados. No sabía qué era exactamente, pues no se trataban de celos o envidia, más bien era una especie de anhelo de, algún día, poder tener lo mismo que ellos. Minho no pronunció una sola palabra, solo beso a su novio, le sonrio amablemente al confundido castaño y luego se retiró por donde vino, dejando a un sonrojado Jisung cuyos ojos brillaban de manera única.

—Eres tan obvio a veces, tu mirada te delata. Cada vez que ves a Hyunjin, no lo sé, tus ojos simplemente brillan de forma diferente, como si fueras un niño frente al árbol de navidad.—Eso le había dicho Changbin en una ocasión, cuando se dirigian a su salón de clases tras cruzarse con sus otros dos amigos en el pasillo.