Dulce chocolate - Changlix

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Dulce nostalgia

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Tuvieron que pasar dos semanas antes de que las cosas se calmaran luego de ese particular día.

Seungmin no asistió a clases por un par de días y, contrario a los rumores que se decían en pasillos de él no soportando la "humillación", este se encontraba enfermo. Changbin lo adjudico a una noche de llanto y falta de sueño, más el estrés acumulado que toda la situación le había provocado. Si hubiera sido por Kim, él no se habría ausentado ni un día, ¿cómo podía atreverse a perder clases? Pero su madre no estuvo de acuerdo y amenazó hasta con atarlo a la cama.

El chico tuvo que resignarse a que su amigo le llevara los apuntes de clases durante las clases, mostrando una leve mejoría cada día. De todas formas, el castaño se mantenía reacio a hablar con Hyunjin, manteniendo su postura la cual se mezclaba con la vergüenza que sentía luego de aquella discusión.

Cuando Seo se dio cuenta de que el chico estaba siendo la persona más cabeza dura del mundo, tuvo que armar otro plan y, con ayuda de Felix, forzaron a Hwang a ir a la casa de su novio para charlar junto a la excusa de darle los deberes. Excusa tonta pues casi no compartían clases, era obvio que esos eran los apuntes de Changbin, sin embargo, era la única forma de llegar al terco de Seungmin.

La idea funciono de maravilla. La madre del castaño dejo entrar al rubio, invitándolo a cenar con ellos a pesar de que hijo estaba totalmente en contra. Ya solos en el cuarto tuvieron esa charla que tanto necesitaban, la cual luego le narraría al pelinegro por teléfono. Decidieron ser honestos con todo, Seungmin le explicó sus miedos, sus angustias, y le confesó todo el bullying y acoso escolar que había recibido por años. Hyunjin, quién no sabía la gravedad del asunto, se mostró comprensivo con el otro, abrazándolo y asegurándole que le importaba poco y nada lo que los demás pensaran de él por estar juntos.

—Me dijo que me amaba a mí y que mientras yo sintiera lo mismo no iba a darse por vencido con nosotros, ¡¿pueden creerlo?! Hwang Hyunjin me dijo eso, ¡a mí! — Relataba con su celular apoyado contra una pila de libros, dejando que la cámara lo apuntara mientras adelantaba su tarea de geografía, a lo que tanto Jisung como Changbin se rieron.

—Ahh~ El amor joven es tan increíble. — Dijo Han mostrando un rostro entre divertido y enternecido por todo lo que les estaba contando el menor de los tres. — Aun recuerdo cuando Honnie y yo éramos así. —

—¿Lo fueron? Para mi eran más como unos actores porno. — Se quejó el pelinegro, levantando la vista del dibujo que estaba haciendo. Jisung se rio con ganas a la par que comía más papas, mirando a su mejor amigo con expresión juguetona.

—Estamos hablando de Seungmin ahora, no vengas a intentar darme una mala imagen ahora. — Seo negó con la cabeza, regresando su atención a la hoja. — Pero volviendo a lo serio, ¿entonces? ¿Siguen juntos? —

—Sí, decidimos intentarlo, aunque sigo algo nervioso. —

—Es entendible, pero si Hyunjin tiene un poco de materia gris no dejará escapar a un chico como tú, estoy seguro.

—Me halagas demasiado, Jisung. — Recriminó Seungmin, quién todavía no se acostumbraba a los halagos, más de un chico tan atractivo y confiado como lo era Han Jisung. Aunque la amistad entre ellos fuera a distancia y con Changbin como punto en común, la personalidad del otro había hecho que se desenvolviera con mayor facilidad que de costumbre. El nombrado desestimo aquello con un gesto, para después enfocar su atención en el mayor quién permanecía demasiado callado.