Amanda Walter
Las clases habían terminado, finalmente.
Desde la tarde no había podido hablar con Lucas, o más bien no lo había podido encontrar por lo que tuve que almorzar con Victoria, anda muy rara últimamente, pero se que es por todo lo que nos ah pasado, ¡Joder!, desearía no haber ido a esa fiesta.
—¡Am!— cerré mi casillero y encontré a Victoria corriendo por el corredor hacía mi.
—¿Que pasa, porque estás tan apurada?— pregunté.
—No es eso— respondió aún agitada. —Quería saber si quieres salir.
—¿Salir?
—¡Si!, abrieron un café de gatos en la plaza road day.
No sabia que responder, no quería hacerla sentir mal, pero realmente no tenía ánimos de ir, no importa cuanto adore a los gatos y a Victoria, mis ánimos me lo impiden.
—Realmente no tengo ánimos de ir— dije dándome la vuelta en la dirección contraria.
—Bien, entonces ¿vamos a tu casa?
Me di la vuelta hacia ella. —En realidad Vic, hoy quisiera estar sola.
Me miró por unos segundos y sonrió.
—Como gustes, ¡te veo en clases!— beso mi mejilla y se alejó.
Suspiré y retomé mi camino hacia la salida.
Durante mi camino busqué con la mirada a Lucas hasta que lo vi parado en la estación de buses con las manos en los bolsillos y unos pequeños audífonos de cable colgando de sus oídos.
Caminé silenciosamente hacia él, pero cuando estaba a centímetros de tocar su hombro se dio la vuelta.
Me miró y sonreí, se quito un auricular y habló.
—¿Qué demonios haces?
Llámenme adivina pero estaba molesto.
—Lo siento— me enderece y me pare junto a el.
—¿Cómo supiste que estaba atrás de ti?— pregunté curiosa.
Sin mirarme habló. —Había un bus enfrente de mi y te vi por el reflejo.
Me sentí tan estúpida, en mi cabeza me había echo un cuento infantil de el teniendo super poderes.
—Ya veo.
—¿Qué quieres?
Me sorprendí, era notable su irritación.
—Oh, solo quería hablar contigo, pero aquí no.
Me miró.
—¿Quieres ir a mi casa?
—¿Qué? — su pregunta me impresionó, ¿a su casa?, ¿la casa de un chico?
—¿Qué?, ¿nunca has ido a la casa de un chico?
—Claro que si— conteste ofendida. —Pero solo había ido a la de Patrick y su familia siempre estaba ahí, jamás, sola.
—¿Entonces es un no?
— Yo no dije eso.
De la nada me tomo de la mano y me subió al bus junto a él.
—¡Carajo me asustaste!— grité y al instante mi cara enrojeció al ver a todas las personas en el bus mirándome como si fuera una loca.
Y me sentí como tal.
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THE PHANTOM KILLER
Mystery / Thriller¿Podrá un gesto de ayuda ser la perdición de una persona y al mismo tiempo la luz para otra? Después de un terrible asesinato, Amanda pierde a su primer amor, pero descubre una nueva amistad, juntos se embarcan en una misión, descubrir el culpable...