𝐏𝐑𝐈𝐍𝐂𝐄𝐒𝐒 - Meteor Garden (PAUSADA)

Three| Promise

TRES| PROMESA

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  "¿WONG LIN Y ALLAN WU SON REALMENTE PAREJA? PARECE QUE A ELLA YA LA ESPERABA ALGUIEN EN CASA.

  La supuesta pareja está de vuelta en su ciudad natal. Pero, parece que la actriz ya está bien recibida..."

  Tal cual esperaba, las noticias después de mi regreso a Shanghái se habían disparado apenas fui vista por el ojo público. Lo que no esperaba realmente, era que Lei quedara envuelto en los rumores y que, ahora, la prensa armara un triángulo amoroso inexistente.

  Los chicos habían estado llamándome como locos el día anterior pidiendo socorro. Pues, al parecer, Daoming Si había estado planeando miles de bromas para Shancai durante todo el día sin querer hablar de otro tema. Yo, en cambio, había decidido no pasar por la universidad para organizarme luego de tanto tiempo fuera de casa.

  Jing se había comunicado conmigo temprano para avisarme que estaba apunto de llegar a Shanghái. Ambas habíamos tomado, en su día, la decisión de alejarnos de nuestros hogares para cambiar de aires y despejarnos de nuestra cotidianidad. Ella estaba volviendo de Francia, yo había vuelto de Estados Unidos.

  La esperaba en el auto, en la entrada de Mingde para acompañarla en su reencuentro con los chicos. Estaba realmente feliz de volver a verla. Jing era como la hermana mayor que nunca tuve, a pesar de llevarnos unos pocos años de diferencia, ella siempre había estado para mi como yo para ella.

  Divisé una camioneta aparcando detrás y mi corazón dio un vuelco al verla salir de ella. Sin pensarlo dos veces salí disparada detrás de ella.

   —¡Jing! —grité para llamar su atención.

   —¡Lili!

  Apenas estuvimos lo suficientemente cerca nos unimos en un abrazo cargado de cariño. La había extrañado demasiado. Me tomó por los hombros y se separó, escaneándome con una mirada brillante de emoción.

   —Por Dios, ¡mírate! Cuanto has crecido —dijo casi en un susurro, sentimental—. Estás hermosa.

  Cuando me fui tenía casi diecisiete, ella ya tenía casi veinte. Ahora yo tenía veintiuno y ella dentro de poco cumpliría los veinticuatro. Había pasado un tiempo.

   —Sí bueno, tu no te quedas atrás. —respondí sonriente.

  Nos dimos otro corto abrazo y entrelazamos nuestros brazos para entrar en la universidad. Caminamos por los pasillos saludando amablemente a algunos alumnos felices de ver nuevamente a Jing y emocionados por interactuar conmigo hasta que finalmente nos conseguimos con los chicos.

   —Bienvenida. —saludó Si, y la abrazó.

   —Que injusto, a mi no me recibiste así. —bufé cruzándome de brazos y yéndome a un lado junto a los chicos luego de que también la saludaran.