El héroe de un señor demonio

Capitulo 15

Aquí está el dragón

"¿Te das cuenta de que va a morir?"

Pensé que había estado solo, mirando la luna desde el patio trasero de mi casa, pero parecía que estaba equivocado. Él estaba ahí.

Volviéndome hacia el arquero vestido de rojo, lo encontré mirándome con esos ojos grises casi familiares suyos. Juzgando, evaluando, para qué, no lo sabía.

"¿Quien?"

"Ilya," los ojos de Archer nunca dejaron los míos cuando respondió, se clavaron directamente en los míos como si buscaran algo, "Su cuerpo se está acercando a su límite y ya está comenzando a descomponerse. No pasará mucho tiempo antes de que su condición se convierta en algo. crítico, y no hay nada que se pueda hacer para detenerlo. En un año, dos en el mejor de los casos, ella morirá ".

"No lo hará", respondí con confianza, incapaz de evitar sonreírle al hombre. A pesar de toda su insensibilidad, su intento de fingir indiferencia, nunca pudo ocultar su verdadera naturaleza cuando más importa. "Yo la salvaré."

"Tch, ahí tienes otra vez con esa mierda de Héroe otra vez. Por un momento pensé que tú..." Él miró hacia otro lado, la frustración grabada en su rostro. "Al final no sirve de nada, ¿eh?" 

No como un héroe". Archer parpadeó confundido por mi interrupción y se volvió hacia mí. Mis ojos dorados se encontraron con los grises y me negué a apartar la mirada. "No voy a salvar a Ilya porque soy un héroe". Sonreí y golpeé mi pecho con un puño, "La voy a salvar porque soy su hermano".

Durante mucho tiempo después de eso, Archer simplemente me miró fijamente. Es como si me estuviera mirando por primera vez y no encontrara lo que esperaba. Hasta que por fin, simplemente dijo.

"Realmente eres diferente."

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"Munyu ~~~, Buenos días Shirou." Una voz gritó con cansancio detrás de mí.

Miré por encima del hombro para encontrar a Ilya, aturdida y con los ojos nublados, entrando a trompicones en la cocina mientras trataba de quitarse el sueño de los ojos. Dejó escapar un gran bostezo mientras caminaba hacia la mesa de la cocina con pies inestables, apenas alcanzando una de sus sillas antes de colapsar en ella. A pesar de haberse despertado, parecía que se volvería a dormir en cualquier momento mientras se sentaba, puso los brazos cruzados sobre la superficie de madera de la mesa y la dejó caer sobre ella.

"Buenos días," respondí, apenas reprimiendo una risita ante la vista de un Ilya casi en coma. Realmente, ver a Ilya actuar de una manera tan parecida a Rin nunca dejaba de divertirme. "¿Dormiste bien?"

"UH Huh." Fue su aturdida respuesta, sus párpados revoloteando mientras intentaba y no podía mantenerlos abiertos. Su cabello blanco como la nieve estaba enredado, otra señal clara de que acababa de despertar como si la forma en que se frotaba los ojos adormilada no fuera una pista suficiente. Envuelta en un pijama azul de manga larga con copos de nieve, Ilya se veía aún más infantil de lo que solía ser.

Volviéndome a cocinar, vi como Ilya intentaba y no podía contener otro bostezo. Mirándola ahora, incluso a mí a veces me resultaba difícil creer que Ilya fuera una vez una persona mañanera. Hubo un tiempo no hace mucho tiempo en que Ilya prácticamente saltaba de la cama, con los ojos brillantes y la cola tupida, emocionado por el comienzo de un nuevo día. Luego se convirtió en un demonio.

Y los demonios odiaban las mañanas.

La luz del sol no podía hacernos daño. A pesar del renombre del elemento Luz por su efectividad en los demonios, la luz natural en sí misma no nos dañó como lo hizo con los vampiros. Sin embargo, desencadenó un instinto profundamente arraigado en todos los demonios.