El héroe de un señor demonio

Capitulo 6

¿Puedes sentir la quemadura?

Miré la puerta a mi derecha con nostalgia. Tres pasos, solo tres pasos rápidos y lo alcanzaré. Entonces saldré de la casa y me liberaré de cualquier locura que estuviera a punto de caer sobre este lugar.

Dejando escapar un último suspiro de nostalgia, volví la cabeza y miré hacia mi izquierda. Estaba Asia. Se derrumbó poco después de apagar a Dios anoche, por lo que no fue demasiado sorprendente verla levantada tan temprano a pesar de que el sol aún no había salido del todo.

Estaba vestida con un pijama de manga larga con botones y pantalones azul marino a juego. El pijama tenía dibujos de diablitos caricaturescos con cuernos y horquillas impresas por todas partes. Su cabello estaba hecho un desastre, claramente acababa de levantarse de la cama y tenía una taza de café humeante en la mesa frente a ella.

También estaba mirando con los ojos muy abiertos sin pestañear la computadora portátil abierta frente a ella. Y cuando digo sin pestañear, quise decir que ella no había parpadeado ni una vez en los últimos dos minutos que la estaba mirando. Desde el ángulo en el que estaba parado, no podía ver lo que había en la pantalla y, sinceramente, tenía miedo de descubrirlo.

Estuve tentado, muy tentado de salir de aquí y nunca descubrirlo, pero no pude hacerlo. No importa cuánto quisiera, no podía dejar Asia así. Dándole a la puerta una última mirada, comencé a acercarme al lado de Asia.

Caminé alrededor de la mesa de café de la sala de estar que Asia estaba usando actualmente como escritorio. En lugar de intentar meterme entre la mesa y el sofá en el que estaba sentada Asia, doy la vuelta al respaldo del sofá y miro la pantalla de la computadora por encima del hombro de Asia. Inmediatamente deseé no haberlo hecho.

Oh, por el cuerpo del Dios muerto, Asia acababa de descubrir la pornografía.

"Shirou." Dijo mientras me miraba con los ojos muy asustados. Su labio inferior temblaba mientras hablaba y su voz sonaba tan rota y confusa, como si el mundo hubiera dejado de tener sentido y ya no supiera en qué creer "Shirou, ¿Qué le están haciendo esas dos chicas a esa pobre taza?"

Me gire y corrí.

Incluso si Gilgamesh estuviera esperando fuera de la puerta, habría corrido hacia él con los brazos abiertos en lugar de quedarme y lidiar con esta locura.

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Tomé otro sorbo de la sorprendentemente buena taza de té. No tenía idea de qué tipo de marca eran las hojas, pero sabían fantástico considerando que pellizqué esto de las existencias personales del Consejo Estudiantil, aunque dudaba que a Sona le hubiera importado.

A pesar de que las luces estaban apagadas, la sala del Consejo Estudiantil estaba brillantemente iluminada gracias a las amplias viudas que llenaban todo el rostro de una pared. Aunque apenas eran las siete de la mañana, ya era un día despejado y soleado. Estaba sentado en un rincón apartado mientras esperaba a que llegara el resto del Consejo Estudiantil.

Pasé la última media hora explorando el área inmediata alrededor de la escuela. Por lo que puedo decir, a excepción de los que se encuentran en su propiedad personal, los únicos Campos delimitados que existían dentro de lo que era territorio oficial del Diablo eran de la variedad de identificación y detección.

Había más de dos docenas de campos delimitados esparcidos por todo el lugar y la mayoría de sus rangos efectivos se superponían entre sí. Fue un diseño sorprendentemente bien pensado que permitiría a los propietarios rastrear cualquier presencia mágica no registrada que ingresara a su territorio con bastante precisión. Con un sistema como ese, no es de extrañar que hayan podido rastrear a ese Fallen tan fácilmente.