El héroe de un señor demonio

Capitulo 26

Terminé de esperar

Entre los dioses y los demonios, existía una raza diferente.

Algún otro.

No eran ni parte de lo Divino ni de los Condenados. Ni diablo ni ángel ni monstruo. Eran algo diferente. Algo más . Nadie sabía de dónde venían realmente, cuándo comenzó su existencia o incluso si tenían un comienzo. ¿Quién podría decirlo realmente con esos seres efímeros?

Quizás siempre habían estado ahí.

Caminando entre nosotros, viviendo a nuestro lado, y no teníamos forma de recordar.

Antes de poner la pluma sobre el papel, antes de las canciones y las leyendas, antes incluso de que tuviéramos las palabras para contar las historias que habían estado allí. Mirando, esperando. Un tiempo antes de que tuviéramos los medios para nombrarlos. Antes incluso de que el mundo tuviera un nombre.

Sin embargo, tenían un nombre propio.

No los nombramos.

Tampoco se nombraron a sí mismos.

Sin embargo, tenían uno.

Se llamaban a sí mismos Yōkai .

Y los Yōkai eran otros .

No existían realmente, no de la misma manera que lo hicimos nosotros. Aunque habían caminado junto a los humanos desde tiempos inmemoriales, no encajaban del todo en el mundo, como piezas de un rompecabezas que pertenecen a un conjunto diferente y, sin embargo, de alguna manera, inexplicablemente lograron mezclarse a la perfección. A caballo entre la línea entre la realidad y la fantasía, se las arreglaron para habitar ambos mundos a la vez, vagando de una existencia a otra tan fácilmente como tú y yo atravesamos las puertas.

Eran extraños, eran otros , y actualmente, dos de ellos me estaban olfateando.

Y riendo.

"¿Por qué siguen haciendo eso?" Pregunté, apenas resistiendo el impulso de mirar hacia atrás a las dos chicas en cuestión mientras estallaban en otro ataque de risitas. En cambio, concentré mi atención en el hombre que caminaba a mi lado.

Había visto a Riser Phenex una vez antes, en la ceremonia de apertura de la Reunión del Joven Diablo, y se veía exactamente como tenía entonces. No sorpresa. No había sido hace tanto tiempo, apenas un par de días ahora que lo pensé, pero habían pasado muchas cosas desde entonces y se sintió hace una vida.

Se comportaba con el tipo de confianza perezosa que se suele encontrar en personas décadas mayores. El símbolo del Clan Phenex se sentó con orgullo en el pecho derecho de una chaqueta de color burdeos, con pantalones de colores a juego junto con una camisa de vestir blanca a medio abotonar debajo, y un par de zapatos de vestir recién pulidos para rematar todo. Con el cabello rubio descuidado que parecía como si hubiera sido cuidadosamente peinado en lugar de natural, parecía estar listo para asistir a un baile en lugar de una pelea.

Sin embargo, en ese momento parecía tan perplejo como yo.

"... Yo", comenzó Riser Phenex, desconcertado, haciendo una pausa para mirar por encima del hombro al par de Nekomata que se arrastraban unos pasos detrás de nosotros, "No tengo la menor idea".

Esta vez no pude evitar seguir su mirada hacia sus peones, Ni y Li, los gemelos Nekomata. Su característico cabello rojo y azul llamaba la atención, junto con el par de orejas de gato felino que brotaban de sus cabezas. Actualmente, se arrastraban no muy lejos detrás de nosotros, las cabezas inclinadas cerca, susurrando furiosamente en voz baja que no pude distinguir, de vez en cuando estallando en risitas antes de enviar miradas de complicidad en mi dirección.