El héroe de un señor demonio

Capitulo 25

Notas del autor:

¡Feliz Navidad chicos!

Después de un año y medio fuera, finalmente volví a escribir. Con suerte, extrañaste mis historias tanto como yo extrañé escribirlas.

No abarrotaré la AN con las razones por las que he estado ausente (mire mi perfil si está interesado), pero finalmente logré tener algo de tiempo libre para comenzar a escribir de manera regular nuevamente. Sin tener en cuenta las circunstancias imprevistas, espero lanzar un nuevo capítulo para mis historias principales cada dos meses más o menos (si no con más frecuencia). Así que espere más actualizaciones futuras en poco tiempo.

Pasaré los próximos días respondiendo cualquier pregunta en mis foros, seguido de la acumulación de PM a los que no he respondido. Entonces, si tiene alguna pregunta, no dude en responder.

De todos modos, espero que disfruten el capítulo (trabajé duro tratando de sacarlo a tiempo para las vacaciones), y les deseo a todos una Feliz Navidad y felices fiestas en cualquier parte del mundo.

Y ahora, a la historia.

La lucha destinada

"Yo ..." La voz de Rias Gremory rompió el incómodo silencio que se apoderó de la habitación, solo para quedarse dormido casi tan pronto como había comenzado.

Me costó un esfuerzo genuino desviar mi atención del sofá en el que todos estábamos comenzando, o más precisamente de la pareja sentada en él, pero de alguna manera, logré reunir la voluntad para apartar mis ojos y echar un vistazo rápido a mi derecha. , donde la joven heredera Gremory estaba a menos de un brazo de distancia.

A diferencia de todos los otros encuentros que había tenido con ella en los terrenos de la escuela, la diablo pelirroja no vestía su uniforme escolar habitual. En cambio, estaba vestida con un chándal de color blanco y granate. Teniendo en cuenta que la primera ronda del Encuentro de Jóvenes Demonios estaba a punto de comenzar en un par de días, apostaría a que estaba en medio de un entrenamiento de último minuto cuando respondió a mi llamada y no se había molestado en cambiar. .

La barbilla sostenida en su mano derecha, mientras que la izquierda acunaba el codo del otro brazo, el diablo pelirrojo miró la escena frente a ella con una mirada completamente atónita en su rostro, su cabeza inclinada ligeramente hacia un lado como si eso la ayudara a hacer mejor sentido de lo que estaba pasando.

Para ser justos, estaba bastante seguro de que tenía una expresión bastante similar en mi rostro.

"Yo..." Comenzó una vez más, solo para detenerse de nuevo. Un segundo después, negó con la cabeza y señaló la escena que llamó la atención de toda la habitación. "... No tengo idea de lo que estoy mirando."

Eso no fue una gran sorpresa. Había tantas cosas mal en esta imagen que también estaba teniendo problemas para procesarlas todas. Y al mirar los rostros de los demás en la habitación, ellos también parecían enfrentarse al mismo problema.

"Creo", aventuré, volviéndome para mirar lo que estaba señalando, "y solo estoy adivinando, pero creo que Karasuba podría ser una amante de los gatos".

Eso podría haber sido un poco insuficiente, en todo caso.

Karasuba estaba descansando en el sofá frente a nosotros, con los ojos cerrados en lo que parecía ser una satisfacción total. Sus piernas estaban parcialmente debajo de ella y hacia un lado, completamente restauradas junto con el resto de las lesiones que había adquirido en el transcurso de nuestra pelea. Con todo, se veía notablemente saludable para alguien a quien le habían faltado ambas extremidades inferiores hace menos de un día. Sin embargo, no eran sus piernas las que nos tenían tan desconcertados.