Capítulo Dos

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"Nunca olvidemos que la vida da muchas vueltas"

...


Había amanecido un día muy lluvioso en Kattegat, todo corrían cubriéndose de las gotas de aguas. Ivar había pasado todo el tiempo en su habitación desde que volvió de la corta visita al vidente, había descubierto un nuevo pasatiempo, observar a su visitante se había vuelto su nueva obsesión. El poco tiempo que había podido dormir, solo se la paso soñando con ella, sus largas pestañas y su piel pálida, tenía la certeza de que su piel era muy sensible, se sentía protector con esa desconocida, y ni siquiera había podido hablar con ella.


Se sentó en la orilla de la cama, tenía que dar una vuelta para saber cómo estaban las cosas, no podía descuidar su reino, aunque en este momento lo único que quisiera fuera pasar todo el día junto a ella. Sintió como algo se movía a sus espaldas, y sin mirar ya sabía de quien se trataba.


-¿Qué me ha pasado?- por fin pudo sentir su vos, ¿Pero que era ese idioma? Era parecido al sanjon ¿Qué era lo que sucedía?


Se dio vuelta- Mis hombres te han encontrado a las afueras de mis reino- le contesto, tratando de sonar lo más pasivo posible, por primera vez en la vida, no quería generar miedo en alguien. Temía que no pudiera entender lo que había dicho.


-¿En dónde estoy?- pregunto muy confundida mientras trataba de pararse de la cama, pero de repente se detuvo y observo a su alrededor y luego miro a su acompañante. Ivar la miro confundido- ¿Por qué parece que estuviera en el siglo IX?


-¿Qué dices?- le pregunto Ivar mas confundido que antes.


-¿No estamos en el año 2021?- se levantó de la cama y comenzó a recorrer el cuarto- Tengo que admitir que está todo muy realista.


Ivar no entendía nada de lo que decía, ¿Qué era eso del año 2021? Empezaba a pensar que se había golpeado la cabeza - Es mejor que te quedes acostada, voy a llamar a alguien para que te revise- trato de ponerse la armadura que le ayudaba a mantenerse de pie lo más rápido posible.


-No es necesario, me siento bien... ¿Puedes prestarme un teléfono?- Por la cabeza de Ivar solo pasaba una cosa, esta mujer está loca, pero quien era él para juzgar que tan cuerda estaba la gente, de seguro en la lista de los demás él estaba en el último lugar.


-¿Un tele... qué?- pregunto confundido- creo que lo mejor va hacer que te vea alguien- se paró de la cama con ayuda de una muleta improvisada. Ella solo lo observo, por un momento se sintió intimidada por su gran altura- No te muevas de aquí- le ordeno.


Ivar salió en busca de una esclava, tenía que mandar a llamar a la curandera, pero algo le decía que tenía que llamar también al vidente- Tú- señalo a una esclava que se encontraba limpiando el gran salón, la muchacha bajo su mirada al suelo- ve a buscar a la curandera- ella asintió y se marchó lo más rápido que pudo, nadie quería lidiar con la furia del rey.


El deshuesado se encamino a la entrada de el gran salón- necesito que busques al vidente y me lo traigas- le dijo a un guardia que se encontraba custodiando la entrada- lo más rápido posible- lo miro con autoridad. El guerrero salió en busca del viejo vidente, antes de que la ira dominara a su rey.



A la media hora la curandera del pueblo se encontraba revisando a la chica, la cual todavía no sabía su nombre. Ella solo se limitó a quedarse calla y a observar lo que pasaba a su alrededor, se sentía cofundada, no lograba recordar lo último que había pasado antes de desmayarse.


-Ella está bien, debe de haber recibido algún golpe en la cabeza, por eso la confusión- fue lo que le dijo la curandera a Ivar, y si, a simple vista parecía estar bien.


-¿Me mando a llamar, mi rey?- pregunto el vidente a Ivar cuando lo vio entrar al gran salón.


El Deshuesado asintió -Necesito su ayuda- el viejo lo siguió por los pasillos hasta llegar a una gran habitación en donde se encontraba una mujer de cabellos negros.


-Hola Aurora- La voz del vidente sorprendió a la visitante- veo que te encuentras confundida- Ivar también se encontraba confundido, ¿El viejo sabia su nombre?


-¿En dónde estoy?- le pregunto cansada de tanta confusión.


-Sabes que esa no es la pregunta que me tienes que hacer- ella lo miro con temor- Si Aurora, eso que está pasando por tu mente es correcto.


-¿En qué siglo estoy?- las palabras salieron de sus labios temblorosos.


El vidente contesto lo que más temía- En el siglo IX- fue ahí cuando Aurora se dio cuenta de que había viajado en el tiempo, algo que en su siglo era científicamente improbable. 





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¡Hola! Acá les dejo el segundo capítulo, ¿Qué les esta pareciendo la historia? Acepto criticas jajaj 

¡Saludos!

A Través del Tiempo- Ivar The BonelessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora