Capítulo 5: Hanniex

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El padre de Hanniex se despidió de él dándole un beso en la frente.

—Volveremos en una semana, cuídense— dijo el padre, a lo que Hanniex asintió, y a los minutos se fueron alejando de la casa en taxi.

A Hanniex le resultaba incómodo estar con su hermanastro, y sobre todo a solas, nunca tuvo buena experiencia con eso. Siempree distraía leyendo o jugando a algún videojuego.

—¿Qué haces? Dame el mando— dijo el hermanastro quitándole el mando del videojuego a Hanniex de un tirón.

—Qué haces tú, estaba jugando yo— Hanniex le quita el mando de nuevo.

—Dame eso, me toca jugar.

—¡Pero qué dices, no tuve el mando ni 15 minutos!

—Cállate de una puta vez— el hermanastro, con cara agresiva, sacó un cuchillo de su bolsillo derecho, y apuntó al cuello de Hanniex— si no te callas y haces todo lo que te diga este cuchillo te va a atravesar todo el cuerpo.

Hanniex se quedó paralizado ante la situación. Quería moverse, pero no podía.

—Desnúdate, delante mío— dijo el hermanastro, separándose un poco de Hanniex.

—No voy a hacer eso.

—Dije que lo hagas, y me obedeces— dijo furioso apuntándole el cuchillo al ojo.

Hanniex no respondió, bueno, sí le respondió, pero no con palabras... Hizo lo que le pidió. Se desabrochó el pantalón y se lo quitó, dejándolo en el sofá.

—¿Y la camiseta?— dijo el hermano al ver que Hanniex no hacía nada más. Y siguió quitándose más prendas, hasta quedar en ropa interior.

—¿Ya estás contento? No me vuelvas a apuntar con ese cuchillo— gritó tapándose con las manos como podía.

Pero el hermano la empujó al sofá, y este le puso la mano en la boca, haciendo que no pueda gritar ni respirar. Poco a poco, le iba quitando la ropa interior, y sin darse cuenta, quedó inconsciente.

...

—Mamá, ¿viste el reporte diario hoy?— preguntó Hanniex a su padre mientras le ayudaba a recoger el salón principal.

—No, ¿Qué dijeron?

—Solo que había personas con comportamientos extraños.

—Ahh, lo que se inventa la gente hoy en día— Hanniex asintió y subió a su cuarto.

—¿Repetiremos lo del otro día?— preguntó su hermanastro, pero Hanniex no respondió— oye, te estoy hablando, contéstame— pero Hanniex, de nuevo, no contestó. El chico parecía ir acercándose más a Hanniex.

—¡Aléjate! ¡Suéltame!— gritó Hanniex intentando que se aleje de él.

—Oh vamos, no seas así, vamos a divertirnos como la otra vez.

—He dicho que me suelt...

Antes que terminara de decir la frase, Hanniex había empujado a su hermanastro, y no había caído al suelo, no. Se había caído por la ventana, no se dieron cuenta que estaba abierta y era un sexto piso.

Hanniex se asustó, y bajó corriendo de la casa para ver si el chico aún seguía con vida, pero ya era demasiado tarde. Una orda de zombies lo estaba devorando.

—¡Hanniex, pero que has hecho!— dijo el padre de Hanniex llegando detrás suya— ¿has sido tú verdad?

Hanniex no contestó.

—Joder, mierda, mierda ¡MIERDA!— gritó impotente.

Hanniex iba a decir algo, pero su padre lo interrumpió.

—¿Pero has visto lo que has hecho? ¡Vete, vete¡ Que sea la última que te veo— amenazó.

Hanniex corrió, corrió fuera de ese lugar, con lágrimas en los ojos. Pero sintió que alguien le empujó, y se cayó al suelo. En frente suya tenía a una persona, estaba atacando a un zombie que se había acercado a Hanniex, le clavó el palo de una escoba en el ojo.

—¿Estás bien?— preguntó— te veías mal. Si quieres te puedo ayudar.

—Sí, estoy bien...¿Quién eres?

—Oh, yo soy Vito, casi te muerde ese zombie, menos mal que te vi.

—Oh, muchas gracias. Yo soy Hanniex.

Vito le estrecha de mano y ayuda a Hanniex a levantarse.

—¿Cómo me has visto?

—Estaba intentando quitarle un trozo de tortilla a esa paloma de allá, no como desde hace días.

—Oh entiendo.

—Bueno, será mejor que corramos— Vito le agarra la mano a Hanniex y se van corriendo, otra orda de zombies venía justo detrás de ellos.

—¿Tienes algo para defenderte?— preguntó Vito mientras corríamos, los zombies no eran cómo las películas... Corrían igual de rápido que nosotros.

—Creo que...— Hanniex palmó sus bolsillos del pantalón y encontró dos cuchillos que agarró de la cocina de su casa, para que su hermanastro.

—No los podemos distraer fácilmente, hay que atacarlos.

—¿Y tú con qué los atacarás?

—¿Cómo que con qué los atacaré? Con esta maravillosa escoba que traigo conmigo.

Ambos dedicaron un tiempo a matar a los zombies, Hanniex nunca lo había hecho, pero sorprendente se le daba bastante bien.

—Wow, eso fue increíble— dijo avito, al terminar— ¿te apetece algo de comer? Deberíamos ir a un supermercado o algo, a por comida, y buscar un refugio, esta situación va para largo.

Hanniex y Vito fueron al supermercado, pero lo que no sabían es que se iban a encontrar a ciertas personas con las que iban a pasar el resto de sus vidas.

Fanfics de "El club de las cagadas"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora