CAPÍTULO 2: NIGHTMARES

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-- NIGHTMARES --

La nieve caía lentamente, elevando la capa blanca que había en el suelo

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La nieve caía lentamente, elevando la capa blanca que había en el suelo. Diana, miró a todas partes al escuchar una especie de susurró, para después abrazar sus brazos debido al frío que tenía. Sin pensarlo mucho, comenzó a caminar, llegando hasta un farolillo, se acercó a él de forma torpe, la nieve la cubría hasta los tobillos, pero no por ello la impidió seguir caminando hasta agarrarse a la estructura de hierro. Una vez ahí, tomó una bocanada de aire, mientras miraba a todas partes. Pero fue en ese momento cuando lo vio, entre los frondosos árboles y en contraste con la estampa blanca, surgió una imponente criatura que no la había visto.

Aunque era cierto que era una bestia, un león, Diana comenzó a seguirle, atraída de alguna forma a él. Pero el problema vino cuando esta majestuosa criatura desapareció, haciendo que la joven volviera a mirar a su alrededor asustada. Hasta que finalmente una punzada en el abdomen la obligó a curvarse y a soltar un grito de dolor, a continuación vinieron los gritos, eran muchísimas voces, miles en verdad. Y todos pedían ayuda, rezaban por un milagro y esperaban una esperanza que se les habia prometido, pero todos ellos se fusionaban en la mente de la joven, la cual no sabía donde ubicar, exactamente, sus manos. Si en su abdomen, por el dolor que la provocaba, o si en los oídos creyendo que los gritos se detendrian.

✶⊶⊷⊶⊷❍❍⊶⊷⊶⊷✶

Diana se despertó de golpe tras el sueño que acababa de tener, en teoría debía de estar acostumbrada, pero no era el caso. El problema residía en que aquella, era la primera noche en la que aparecía algo más que el farol y el bosque nevado. Pero no comprendía porque había un león si eran animales de climas cálidos. La chica suspiró con frustración mientras se frotaba la cara con las manos intentando alejar aquellas imágenes de su cabeza, pero aquello parecía ser imposible.

En aquel momento de silencio, en el que Diana intentaba volver a dormirse, fue cuando los gritos de los Pevensie la indicaron que muy improbable sería que se volviera a dormir. Desde el día anterior, en el que los cuatro hermanos llegaron, la chica se había recluido en su habitación leyendo y haciendo los deberes que su abuelo la imponía semanalmente. Sin pensarlo, salió de su habitación, encontrándose en el pasillo a los cuatro hermanos.

𝐋𝐎𝐍𝐆 𝐋𝐈𝐕𝐄 || ᴘᴇᴛᴇʀ ᴘᴇᴠᴇɴsɪᴇ ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora