VERMONT Primera generación. [libro #1]

Capitulo 7. "La historia que no te contaron"

CARTA DE LA ABUELA
Kate Johnson.

Mi querido nieto. Si estás leyendo esto, es porque ya no estoy con ustedes. En esta carta está todo lo que te falta por descubrir. Después de que leas esto, las decisiones que tomes desde ahora en adelante, dependerán de ti y solo de ti. Se que todo esto será difícil de comprender, pero se que lo harás, ya que eres mi nieto y te conozco.

Se que te preguntarás, qué ¿porque tus padres son así? ¿Porque tienen ese lado malvado? Pues verás, eso no dependió de ellos, dependió de nuestra sangre, de nuestra familia en si. Lo cual nunca te conté de ellos, ya que  la historia de mi familia, nuestra familia, es prácticamente fea, y no se si estes listo para que te enteres  de todo, pero necesitas saberlo para que sepas quienes son  los que viven contigo, y sobre todo quien eres tú en realidad. Y que entiendas que todo no es siempre como lo parece.

Primero que todo, nuestro apellido en realidad no es Johnson.

Es bender.

No se si as escuchado de aquel apellido. Y si, yo formé parte de esa familia, más conocida como la familia sangrienta, ya que éramos asesinos sérieles.

Mi familia estaba conformada por: mi padre John bender. Mi madre Kate bender, los vecinos la llamaban la diabla, debido a su intratable mal carácter. Lo más indignante de ellos es que mis padres en realidad eran hermanos, y estaban casados. Mi hermano mayor John bender, que compartía el nombre con mi padre. Y  ni las autoridades, ni los vecinos se enteraron de que avía un miembro más de la familia, el pequeño Samuel bender, con apenas dies años edad, era muy tierno pero tenía el mismo corazón oscuro que todos nosotros, y nunca supimos de donde apareció, solo llego un día en brazos de mi padre cuando  era apenas un bebé. Mi padre nunca dio explicación alguna, pero creo que a mi madre si, y después de eso tuvieron una fuerte discusión. Los cinco vivíamos en una posada en un pequeño almacén, que es en qué tú, mi querido Vermont está en este momento. Y una de las razones por el cual te traje aquí, fue para que conocieras de donde viene nuestra familia.

Nuestra fama viene dada a por la forma en la que matábamos. Las víctimas llegaban a la casa por dos razones, o atraídos por mi belleza y labia, ya que yo era el cerebro de la operación en los asesinatos, o en busca de una  posada para pasar las horas nocturnas. Siempre eran muy bien recibidos y los sentaban en el puesto de honor de la mesa a la hora de cenar, siempre de espaldas a una cortina roja. Mientras que yo me  sentaba en frente a la espera del momento propicio para darle una señal a mi padre, que se escondían tras una cortina roja, que estaba detrás de la víctima.  Una ves dada mi señal mi padre salía y comenzaba a dar  golpes con un martillo sobre la cabeza de la víctima. Seguidamente se abría una trampilla bajo la misma y esta caía a un sótano, donde le esperaba mi madre para degollarlo con un cuchillo. Tras la muerte de la víctima le rodábamos todo objeto de valor y lo enterrábamos en el jardín trasero, justo donde teníamos  nuestra huerta. Todo esto lo hacíamos casi a diario, parábamos a cada vehículo que pasaba en frente de la posada.

Todo siempre nos salía de maravilla, pero todo un día llego a su fin. Ya que aviamos elegido a la víctima equivocada. Su nombre era George Lonche. Pero nadie iba a saber que su vecino iba a comenzar a investigar su desaparición.

Dr. William York, vecino de los Loncher, inició su búsqueda con el resultado fatal de acabar en nuestro hogar. Tampoco volvió a saberse nada de él ya que también lo ejecutamos, pero fue el peor error que aviamos cometido. Ya que  para desgracia de nosotros, William York era hermano del Coronel Ed York, miembro del Senado. El Coronel organizó una partida de búsqueda y llegó a nuestra  casa el 28 de marzo de 1873.  Nosotros le dijimos que sí lo habíamos visto, que había pasado la noche y seguido su camino al día siguiente. Finalmente el Coronel decidió quedarse a pasar la noche.