Capitulo 11. "Policias No"

1 0 0
                                    



—¿se decidió  por algo?— la camarera preguntó. Estaba en una heladería esperando a Sarah, ya era de noche. Habíamos quedado de vernos aquí, para hablar  de mis ideas, y de lo que tenía pensado en hacer. ¿Cómo llegue aquí? Ni idea, simplemente les pedí permiso a mis padres y ellos solo me lo dieron, como extraña ya que ellos nunca lo hacen. Desde que mi madre me lastimó la otra noche, ellos an actuado de una manera distinta. Cosa que asusta.

—ehhh— voltee a mirar a través del vidrio a fijarme si llegaba, pero nada, ¿porque siempre llegaba tarde a todo? —estoy esperando a alguien que aún no llega, pero me puede traer una malteada mientras.— ella asiente con una sonrisa amable y se retira.

Todo en lo que pensaba parecía imposible, pero no dejaba de sentir curiosidad de cómo se sentiría tener en tus manos la vida de alguien y decidir  que hacer con ella.

Mis padres son monstruos, personas desagradables, que merecen pagar por todo lo que han hecho, y cómo e dicho antes no me importa si yo me convierto en uno de ellos.

—esperas a alguien— alguien hablo a un lado mío, mire a verla y era ella. Yo simplemente le di una sonrisa. Su expresión parecía normal, y no se si debería preocuparme  por eso, otra persona en su lugar hubiera ido directamente a la policía, o no hubiera venido. 

—pues ¿a quien más? A la persona más puntual de este pueblo?— respondí sarcástico, ella procedió a sentarse.

—bueno— ella puso sus brazos  sobre la mesa casi cursándolos, y se preparaba para volver hablar. —tenemos suerte de que el lugar no está repleto de personas, así que si queremos hablar de algo que sea rápido porque en unas horas ya no va a hacer así.

—bueno— respire ondo para comenzar a hablar. —el principal objetivo son mis padres, ¿no?

—ajá.

—pero no puedo matarlos directamente.

—¿y cómo porque?

—desde antes del viaje a Kansas, ellos ya no se separan para nada. Son completamente inseparables, entonces no puedo proceder con nada si ellos están juntos.

—Aquí está su malteada.— la camarera comentó, yo me quede  en silencio de golpe,
—¿pasa algo? Ella preguntó, poniendo la malteada sobre la mesa, yo muevo la cabeza en señal de que no. —bueno.... usted desea algo,— se dirigió a Sarah.

—una igual— respondió Sarah señalando con su dedo la malteada.

—ok en un momento se la traigo,— comentó la camarera retirándose con una sonrisa.

—que oportuna,— Sarah balbució, yo la miro con cara de cansancio. —Bueno como sea— ella sacude sus manos intentando  volver al tema. —y no as pensado en veneno.

—no no funcionaría.

—porque no?

—es más riesgoso a que descubran por esa forma, además quiero que sepan quien los va a matar y porque.—ella asiente entendiendo, —así que e pensando lo siguiente. pero antes,— ella me mira confundida. —te vuelvo a preguntar. ¿De verdad me quieres ayudar con esto?

Ella voltea sus ojos, y responde, —ya te dije que si.

—porque?— pregunte ansioso a su repuesta.

—que acaso no es lo que quieres, acaso no quieres que te ayude.

—si, quiero que me ayudes, pero no quiero obligarte a hacer algo que tú no quieras.— ella bajo la mirada, por un momento pensé que se iba a retirar.

—mira, paso algo muy fuerte en mi familia, algo que no corresponde a mi contar. Desde eso momento e pasado aburrida. Un poco sola, y no puedo ver caso a mi hermana ni en pintura, pero eso significa que no quiera, al contrario la quiero mucho, pero es que  a veces  no la soporto— dijo con una pequeña sonrisa al final, yo sonreí de la misma forma. —pero hace casi una semana, llegaste a tu, y desde ese día no e estado aburrida es más creo que me divertido.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 29, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

VERMONT   Primera generación. [libro #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora