GIANNY 17
Candy Margareth White Robinson regresaba a Cooperstown después de 10 años de haber salido de allí, aunque deseaba ver a su familia y todo lo que había dejado en su pueblo natal hubiera preferido que sean otros los motivos que la llevaran a casa. Con el corazón estrujado y los ojos rojos de tanto llorar espero paciente que el auto de alquiler parara en las indicaciones que ella había dado.
El lugar había cambiado nuevas tiendas y casas más modernas se habían levantado. Se preguntaba si aún continuaba la pastelería de las hermanas de la caridad donde había conocido a la siempre tan sonriente hermana María, la florería de la Señora Ponny , la clínica del señor Martin tal vez hasta el club de Porrista que ella inauguró tiempos atrás . Pero cuanto más se acercaba a su destino más ansiosa se ponía y reconocía que su vida ya no estaba hecha para ese tipo de emociones.
---Por favor en la siguiente avenida voltee hacia la derecha y siga hasta el lago .- Le ordeno al chofer quien con una agradable sonrisa obedeció la orden .
Después de 20 minutos en auto Candy pago el servicio y se bajó en aquella enorme extensión de agua, respiro profundamente como deseando que sus pulmones absorbieran toda aquella realidad. Aquel era su hogar pero misteriosamente sentía que ya no pertenecía allí y eso le dolía.
Extrañaba su casa, las amistades que dejo en Londres, su trabajo y lo peor de todo lo extrañaba a él. Pero ya era demasiado tarde, nada se podía hacer, hace mucho que ella dejó de pertenecerle y él simplemente la alejo pese a todos los esfuerzos que ella realizaba por tenerlo cerca, las cosas se dieron de aquella manera y Candy no se lo reprochaba pero hubiera hecho de todo, hubiera movido mar y tierra para que él le permitiera quedarse a su lado bajo las condiciones que deseara, pero solo fue así al final donde ya no había nada que hacer.
Se limpió las lágrimas que empezaron a caer por sus mejillas...como le dolía haberse ido, pero reconocía que estaba acabando con su vida y con ello arrastrando a otros, así que la mejor decisión que pudo haber tomado en ese momento era regresar a casa. Empezar de nuevo, recordar cuando era feliz y quien sabe tal vez con el tiempo lograr sanar las heridas que tenía.
Se sentó sobre la verde hierba del lugar y observo todo detalladamente, sonriendo de vez en cuando al recordar los muchos episodios que había vivido allí ...
----¿Ahora como rayos voy a casa?.-Se dijo mientras se pasaba las manos por el rostro.
Miro a su alrededor buscando alguna respuesta y al no hallarla lanzó un grito de frustración recostando todo su cuerpo sobre la hierba cerró los ojos y tras permanecer así unos minutos se volvió a sentar, recordó que muy cerca al lago vivía Tom con su padre y rogando al cielo que aun siguiera ahí se puso de pie y jalando sus maletas se dirigió hacia donde su memoria la llevara.
No tardó en caminar otros veinte minutos cuando divisó una elegante casita de lago ...bueno había cambiado. Tragando salida y esperando que aun fuera de su amigo Candy se acercó a ella y cuando se hallaba a unos pasos del pórtico escucho una grave voz que le hablaba.
----Si está buscando el pueblo señorita creo que se equivocó de camino.- Escondido entre las ramas de algunos árboles Candy lo miró.- Temo decirle que está como a 30 minutos en auto por ese camino.
Candy lo observó con cuidado y pudo darse cuenta que aún mayor , todavía poseía los rasgos de aquel joven moreno, fornido de cabellos castaños que muchas veces la acompaño a realizar alguna travesura a algún vecino molesto.
----Y si le digo que estoy buscando al Gato solo por mera diversión?.
El joven que se hallaba simulando dormir frunció el ceño y abrió los ojos para posarlos en la joven recién llegada, la observó por un momento y luego casi de emoción cayo del árbol.
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ENEMIGO CERCANO
Fiksi PenggemarCandy regresa a casa para descubrir que su hermana está desaparecida, que tiene un acosador cerca y que su viejo amor se encuentra en el pueblo. Lo malo no es verlo, lo doloroso son los recuerdos que aparecen.