Al entrar a la taberna, los ojos de Tonks recorrieron el lugar, para frenar en la barra, donde Rosmerta servía un vaso de Whisky de Fuego a un hombre. La mujer levantó la vista, al parecer vió a Tonks y Remus y esbozó una enorme sonrisa mientras salía de su lado de la barra e iba a recibirlos.
- ¡Dora! -exclamó al llegar a ella, y la abrazó.
- Hola, Rosmerta. -respondió la joven, correspondiendo el abrazo.
- ¡Y mira quién te acompaña! Hace mucho que no pasas a saludar, Remus. -añadió la mujer, y se dirigió a abrazarlo a él también.
- Lo sé, lo siento Rosmerta. -se disculpó, al parecer realmente arrepentido.
- Es un gusto tenerlos por aquí, a pesar de las circunstancias. Vengan, les serviré algo de beber.
- ¿Tuviste algún problema, Rosmerta? -preguntó Tonks mientras la seguía.
- Bueno, no sé si problema como tal, pero es que con ésto de la fuga de Azkaban...ya no estoy tranquila. -respondió la mujer, mientras buscaba unos vasos del otro lado de la barra.
- Es normal, Rosmerta. Pero tranquila, dudo que vaya a pasar algo. -intentó tranquilizarla Remus.
- Ojalá. Lo que me extraña es no ver a los dementores por todos lados como cuando se escapó Sirius Black. ¿Es que el ministerio no los está buscando? -la pregunta iba dirigida a Tonks.
La joven se revolvió en la silla, y tomó el vaso de whisky que la cantinera le tendía.
- Oh, sí, claro que los estamos buscando. Es sólo que no creemos que estén en el pueblo, y la verdad es que la vez anterior tuvimos muchos problemas por los dementores. Ya sabes, ahora han puesto aurores a seguirles el rastro.
- Me dejas más tranquila. ¡Salud! -dijo Rosmerta, chocando su vaso con los de Tonks y Remus.
Bebieron en silencio un momento.
- Oh, vengan, les mostraré sus cuartos.
Subieron al piso superior, cargando sus maletas.
- Sólo tenía esas dos disponibles. -explicó Rosmerta, señalando a cada lado del pasillo.
- Está perfecto. Muchas gracias, Rosmerta.
- Que descansen, queridos.
La mujer bajó de nuevo al bar, y Remus y Tonks quedaron solos.
- Bien...me quedo con la habitación de la izquierda ¿te parece? -dijo Tonks.
- Yo...sí, claro. Pero ¿no quieres verlas primero?
La chica negó.
- Me da bastante igual, la verdad. Mientras tenga una cama y un baño, estoy satisfecha. Mañana habría que madrugar para dar una vuelta por el pueblo, antes que abran los negocios.
- Claro. -asintió Remus, y le sonrió a la joven.
Ella intentó devolverle el gesto pero tan solo consiguió una mueca.
- Que descanses. -dijo la Auror, y le dio la espalda para dirigirse a su habitación.
Remus suspiró, observando a Tonks alejarse por el pasillo. Si bien la joven no ha hecho ningún comentario acerca de lo sucedido la noche anterior, no es la misma Tonks de antes. Su relación no es la misma, su trato no es el mismo.
Todo eso pensaba mientras entraba en su habitación. Se acostó en la cama que rechinó, y cerró los ojos.¿Cómo te sentirías tú si tuvieras que pasar días a solas con una persona que te rechazó?