Capítulo 3

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2006,Actualidad

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2006,
Actualidad

Desde hacía tres días atrás, Taehoon había estado rodeado de una extraña sensación de malestar, como si algo malo fuera a ocurrir pronto. Aquello había provocado que su comida supiera mil veces peor; Dejando el inerte cuerpo a un lado y colocándose la capucha de su chaqueta, abandonó el callejón en el que se encontraba y partió rumbo a su hogar temporal.

En ese momento su hogar consistía en un pequeño apartamento de un nuevo edificio en construcción que habían dejado a medias por el clima invernal. Llevaba cerca de dos meses oculto allí, era una buena localización que le proporcionaba alimento y tranquilidad. No tuvo mucha intención de irse del lugar cuando llegó y descubrió que no necesitaba ocultarse como una rata en una alcantarilla. A lo largo de los años, Taehoon había viajado por muchos lugares distintos, así como también había conocido a varios vampiros que le mostraron los pros y los contras de aquel estilo de vida que tenían. Australia, Rusia, Zambia... infinidad de lugares que jamás hubiera pensado conocer o de los que ni siquiera era conocedor. Taehoon tenía una vida nómada bastante entretenida. Más cuando llegó a la ciudad de Detroit y ésta le proporcionó cierta tranquilidad tras unos largos trescientos años, no dudó en aceptarlo e instalarse allí un tiempo.

Era algo tarde, una fría noche de diciembre en las calles de Detroit. El ambiente navideño se podía notar por cualquier lugar que pasara; luces brillantes de colores verdes, amarillos y rojos, grandes muñecos de nieve, y aquello a lo que los humanos tenían tanto aprecio: Santa Claus. Entre tantos colores vivos, la silueta vestida de negro y gris destacaba con mayor intensidad, pero las familias estaban demasiado ensimismadas como para darse cuenta del saliente. Taehoon estuvo caminando durante cinco largos minutos, la nieve comenzando a caer nuevamente sobre su cabeza y el suelo siendo cubierto por aquel manto blanco. Le agradaba caminar entre la nieve, sentía que su propia temperatura corporal pasaba desapercibida y se camuflaba con la frialdad del ambiente.

Los pilares de la construcción se hicieron visibles al cabo de unos segundos, la oscuridad rodeándolos, apenas dejando paso a la penumbra que era provocada debido a las luces de la ciudad. Sería un edificio bastante sencillo, lleno de cristales que le aportaran luminosidad y colores claros para darle algo de vida a la estructura; sería un típico edificio para la época en la que estaban; Taehoon debía pasar entre una pequeña montaña de arena y otra de ladrillos cuanto entraba allí, una cantidad considerada de materiales aún seguían allí abandonados hasta el día que retomaran el trabajo.

Taehoon caminó tranquilamente, subiendo las escaleras que parecían poco estables al no tener ningún soporte que las apoyara, hasta llegar a dónde se había instalado: el quinto piso. La estancia que habitaba eran tan sólo cuatro paredes, no se habían construido las paredes interiores, tampoco siquiera se habían separado en el suelo dónde iría cada habitación. Era solo un lugar en el que ocultarse y pasar los días con tranquilidad. Aprovechaba a disfrutar el vivir allí ya que tendría que marcharse en cuanto las obras volvieran a ponerse en marcha.

EXTRAÑOS CONOCIDOS; carlisle cullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora