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—¿Beomgyu, en serio vas a apoyarlo? — dijo Mingyu, ofendido, mientras el castaño los ayudaba a juntar sus cosas y las llevaba a la puerta de la casa.

Los estaba invitando cordialmente a que se fueran de una puta vez.

Su plan B era arrojar sus abrigos al frente y cerrar la puerta detrás de ellos si no se marchaban por las buenas.

— Él está muy sensible, ya lo ven — hizo ademán al rubio a sus espaldas.


Después de esas palabras Mingyu había querido discutirle a su hijo, con más insultos que nada, Wonwoo había intentado calmarlo para al menos tratar de pasar un buen rato tranquilo durante el postre y retirarse por las buenas, pero el omega mayor estaba en verdad histérico y ofendido, y hasta se había puesto de pie para que escucharan su victimismo mejor.

Pero Kai se había puesto tan nervioso que se había desmayado de nuevo, siendo Soobin quien lo sostuvo, y no dejó que nadie se le acercara mientras lo acunaba en brazos.

Beomgyu lo cubrió diciendo que él estaba a su cargo y que se alejaran para dejarlo tranquilo, que debía tener espacio y que Soobin sabía perfectamente qué hacía, cuando en realidad bien se notaba que el beta se había puesto posesivo con el omega.


— Fue mucha tensión, y él ya estaba con presión bastante baja, es delicado— dijo Beomgyu, y Wonwoo, quién era doctor, asintió porque sabía que era posible, cuando la realidad era que el castaño estaba diciendo cosas al azar sin tener ni una mínima idea—. Después hablaré con él, les mandaré un mensaje cuando esté mejor, pero merece descansar, no se esperaba que llegaran ustedes.


— Gracias, Beom— dijo el alfa mayor—. Después pregúntale si quiere hablar con nosotros— Beomgyu asintió pero no lo haría—. Vamos, Mingyu.


Cuando al fin se fueron soltó un suspiro pesado, poniendo la traba de la puerta de una vez por todas.

Miró de lejos a la pareja, Soobin sostenía a Kai como si fuera un bebé, medio sentado en su regazo, la mejilla a la altura del pecho del beta, el pelinegro acariciaba su cabello y sus rosadas mejillas con lentitud, mientras su brazo rodeaba su cuerpo y sostenía la mano del omega, que lucía diminuta comparada a la del mayor.

Beomgyu rió como un tonto y se acercó a él, mantuvo dos pasos de distancia.


— ¿Está bien? — preguntó.

『 Our last days 』↬ sookaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora