Ya había pasado los dos últimos días de su "paro de misiones", se la paso en los entrenamientos con sus compañeros de primero y segundo, también estuvo con Nobara que siempre iba a su cuarto para ver sus grandes cantidades de ropa y hacer que Aisuru se las probara, hablaba con Megumi como nunca antes lo había hecho y limpiaba sus plantas, sentía que había aprovechado muy bien su tiempo, lo había disfrutado como nunca antes, estaba satisfecha, pero, todo lo bueno tiene un final y ahora tenía que regresar a sus misiones, lo cual no le agradaba, desde que había ingresado a la preparatoria de Jujutsu, los altos mandos la llenaron de misiones, el primer mes apenas si la dejaron descansar 2 días y solo la dejaron regresar a su habitación unos días para que durmiera solo unas cuantas horas para que al poco tiempo la llamaran a nuevas misiones y hubo un par de ocasiones en la que prácticamente se quedo casi muerta y desangrada en medio de algún lugar desolado sin que nadie la ayudara, eso la enojo mucho, si no fuera gracias a su resistencia y las habilidades que tenía gracias a la maldición que almacenaba tal vez en ese momento ya estaría en el mas haya haciéndole una visita a su queridisima hermana, pero, lo bueno es que no era así, y gracias a que Satoru le pidió a ella que le hiciera de niñera-guardaespaldas de Yūji pues pudo dar un respiro.
Eran la 4:00 a.m y al parecer su agenda ya estaba llena, le llegaron las notificaciones de sus misiones atravesar de unos mensajes de texto por su celular, solo eran 3 pero lo mas seguro es que las iba a completar rápido y como recompensa pues recibiría mas misiones; se preparo, en lo que el agua de su bañera estaba lista, regó sus plantas y cuando estuvo lista el agua se dispuso a bañarse, desayuno algo que ya había preparado desde el día anterior y cuando termino de comer fue a vestirse rápidamente con su uniforme y un abrigo para protegerse del frió de la mañana, pero, no solo era vestirse si no también preparar sus armas y herramientas que utilizaba en las misiones, y no solo era prepararlas pues tenia que esconderlas entre su ropa pues por que la gente se alarmaría si la vieran caminando campantemente por la calle con un par de pistolas o con una espada o incluso una simple navaja, por ella no lo haría pero no tenía de otra; termino y salio de su habitación, cuando ya estaba afuera de la escuela ya había un auto esperando por ella junto con uno de los clásicos asistentes que la organización contrataba, dio un suspiro antes de avanzar mas y se preparo mentalmente para lo que se avecinaba.
El asistente le abrió la puerta del auto a Aisuru para que pudiera entrar y cuando ella ya estaba dentro el cerro la puerta, no tardo mucho para que el hombre también entrara al auto y prendiera el motor de la maquina.
— La misión de hoy...— comenzó a hablar el hombre pero fue interrumpido por su acompañante.
— No es necesario que me digas, ya me mandaron las notificaciones — dijo con su clásica seriedad mientras prendía su celular y lo desbloqueaba.
— Esta bien — contesto mientras manejaba el auto.
Aisuru vio la pantalla de su celular y antes de empezar a leer la información de las misiones se dispuso a mandarle un mensaje a Fushiguro y a Nobara para decirles que no podría estar en los entrenamientos, sabia que sus compañeros no se levantaban tan temprano como ella pero sabia que verían su mensaje cuando despertaran, después de mandar los mensajes abrió los chats donde estaba la información de sus misiones, la primera precisamente seria justo en el corazón de Tokyo en un edificio en construcción que dentro de poco sería una plaza comercial de alta alcurnia, la segunda seria en Shinjuku en una fabrica de plásticos casi derrumbada debido a un accidente con la maquinaria donde murieron muchos trabajadores, y la ultima, sería muy a las afueras de Tokyo en medio de un bosque que casi topaba con una autopista y donde se rumoreaba que había un objeto maldito.
Este seria un día bastante ajetreado.
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A R O M A A F L O R E S ▪¤ Jujutsu kaisen x oc ¤▪
Fiksi Penggemar"La triste vida de un recipiente" Es lo que a vivido Aisura desde que su hermana le dijo sus ultimas palabras y posteriormente se convirtió en uno de los cientos de recipientes lunares que han existido durante cientos de años. "Se feliz" Esa frase s...