A veces, mientras dormía, podía sentir las hojas afiladas de los bisturís en su cuerpo. Podía sentir como su corazón era extraído de su pecho para darle espacio a otro.
En sus sueños, revivía aquellos días y noches, recordando el dolor de su anatomía luego de cada sesión. Despertaba entre gritos, esperando encontrarse con los rostros de aquellos que, con sus máscaras, habían convertido su vida en un infierno. Destrozando su cuerpo y volviendo a unirlo, esta vez agregando colmillos, garras, todo lo que pudieran pensar que crearía al asesino perfecto. Logrando que su alma comience a extinguirse día tras día.
Estaban muertos. Lo sabía.
Había visto como La Bestia arrancaba sus cabezas y acababa con su inmortalidad.
Pero cada noche, al cerrar sus ojos, los veía. Podía escuchar la frecuencia que le habían asignado, podía sentir la vibración de sus voces dentro suyo. Incluso despierto, podía escucharlos acercarse lentamente.
Theo sabía que había acabado. Que estaba a salvo.
No tenía manada. Cierto.
Pero aún así no estaba sólo, era aliado de la manada Mccall, sabía que ante cualquier problema, ellos lo ayudarían. O eso pensaba cada noche luego de sus pesadillas.
Había regresado a la secundaria. Luego de que los cazadores dejen la cuidad, decidieron intentar continuar con sus vidas, y la quimera necesitaba acabar la secundaria si quería alejarse de Beacon Hills.
Solía cruzarse con ellos en los pasillos, Masón y Corey incluso lo saludaban, una inclinación de cabeza en su dirección y seguían su camino. A los mayores no volvió a verlos luego de la noche en la que encontraron a Alec, ellos habían vuelto a la universidad y se ocupaban de buscar a los cazadores. Era mejor así, sabía que la mayoría aún le guardaba rencor y no podía esperar más que eso.
Liam, en cambio, había desaparecido completamente de su vida. Luego de la guerra con los cazadores habían dejado de verse, el adolescente demasiado estresado acerca de su nuevo título como alfa temporario de Beacon Hills ser había alejado de sus amigos, incluso Masón comenzaba a preocuparse acerca del bienestar de su mejor amigo.
Hayden había regresado a la cuidad unos meses atrás, obligando al beta a poner su atención completa en su, nuevamente, novia.
Extrañaba al pequeño beta inquieto, pero no se arriesgaría a buscarlo para que este no lo extrañe devuelta.Había comenzado a jugar Futbol Americano, por lo que en ocaciones podía ver a lo lejos a Liam, en sus prácticas de Lacrosse, pero jamás se acercaba a él. A veces, podía escuchar como el beta perdía el control durante el entrenamiento. Observaba como este entraba a los vestuarios intentando esconder sus colmillos y garras.
Sabía que aún lo golpeaban, a pesar de que el Inuk-Ite había sido eliminado, los jovenes aun podían ser crueles ante lo sobrenatural. Provocaban a Liam día tras día, este sólo bajaba la cabeza intentando ignorar los comentarios y continuaba su camino por los pasillos de la secundaria.Theo no era nadie en este lugar. Almorzaba bajo las gradas, mientras escuchaba la música proveniente de los auriculares de algún niño en la cafetería. En el equipo de Futbol lo apreciaban, sus musculos y reflejos les eran utiles, pero nadie estaba dispuesto a pasar tiempo con el coyote fuera del campo. Estaba bien con eso, le agradaba no estar rodeado de adolescentes constantemente.
Las chicas, por otro lado, parecian notar al joven. Recibía miradas lascivas en los corredores y algunas incluso se habían acercado a él pidiendo su número. Theo solía reír de las expresiones espantadas de las jóvenes cuando este les gruñia un "No, sal de aquí" cuando interrumpían su almuerzo e incluso sus prácticas. Sabía que la mayoría de ellas no se le acercaba por la mirada asesina que cargaba, y Theo se alegraba de esto. No estaba interesado.
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Blood in the Water • Thiam
Science Fiction"𝑫𝒆 𝒕𝒊, 𝒂𝒑𝒓𝒆𝒏𝒅𝒊𝒎𝒐𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒍 𝒎𝒂𝒍 𝒗𝒆𝒓𝒅𝒂𝒅𝒆𝒓𝒐 𝒔𝒐𝒍𝒐 𝒔𝒖𝒓𝒈𝒆 𝒄𝒐𝒓𝒓𝒐𝒎𝒑𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒂𝒍𝒈𝒐 𝒎𝒖𝒚 𝒃𝒖𝒆𝒏𝒐" 5x19 "The Beast of Beacon Hills"