3. "We should have left him in the ground"

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  El viento golpeaba las paredes de su hogar con grandes estruendos, los truenos dejaban sus oidos sensibles con un ligero zumbido, privandolo del sueño aquella noche.

  En sus brazos, Hayden se encontraba dormida, aferrada a su mano derecha dejando su costado inmóvil, ocasionalmente dando pequeños saltos ante los ruidos provocados por la tormenta.
  Liam permanecía con su mirada fija en el techo de la habitación, silenciosamente creyendo que encontraría las respuestas que necesitaba en aquella superficie blanca. Su novía había regresado, debería estar feliz por esto, pero la sensación de la joven entre sus brazos sólo provocaba un gran peso en su pecho, nada más. Solía adorar su aroma, cuando comenzaron a salir, pero ahora no era más que una simple fragancia irritante ante su lobo.

  Podía oler el bosque húmedo y la lluvia proveniente del exterior, el cielo dando bienvenida a un nublado día, apenas iluminando la cuidad. Escuchaba las gotas caer, Liam podía compararlas con miles de disparos, los cuales aún guardaba en su memoria. Tembló al recuerdo de las armas apuntando a su cabeza tiempo atrás.
  Pensó en Scott, el alfa verdadero que había jurado proteger a Beacon Hills, jamás lo igualaria. Nunca podría ser la mitad de alfa que era Scott, no siendo él.

  Recordó cuando perdió el control, casi llevándose la vida de Nolan en sus manos.

  Pensó en Brett.
  Aquel beta que podía jurar que odiaba años atrás, y se había convertido en su razón para luchar una guerra.
  Pensó en Lori.
  Era una niña, no había vivido en absoluto. Y le robaron esa oportunidad, ese derecho.

  Liam podía sentir el enojo crecer en su cuerpo, tensando sus músculos y su vista comenzando a nublarse.
  Liberó su mano del firme agarre de Hayden, recibiendo un pequeño gruñido cuando alejó su cuerpo del de ella. Se levantó de su cama en silencio, con su pecho descubierto. Se quejó ante el dolor en su espalda, dando a notar las noches que el beta había permanecido despierto.

  Salió de su habitación dirigiéndose al balcón en el pasillo siguiente, abriendo la puerta y dejando que el frío se adueñe de su anatomía.
  Sus ojos se cerraron tan pronto como dejo caer su cuerpo en el pequeño sofá. El lugar se encontraba cubierto, por lo que estaba protegido de la lluvia, aunque pequeñas gotas caían en su cabello a causa del viento.
  Dejo salir un suspiro, para dejar a sus pulmones llenarse del frío aire de la madrugada. Miró hacia su cuerpo, encontrándose con pequeños moretones en su torso, aún sanando de más temprano.

  Estaba delgado, su cuerpo demostrando el nuevo estilo de vida del joven ojiazul. Parecía más pequeño, lo sabía. Hayden había mencionado días atrás que debería comenzar a entrenar, diciendo que comenzaba a sentir que abrazaba a un niño.
  Liam no comía bien, no realmente. Apenas tenía tiempo de desayunar en las mañanas para luego correr hacia la secundaria.
  Masón había comenzado a notar esto pocas semanas antes, el rubio había quitado su camiseta luego del entrenamiento de Lacrosse en frente del chico, recibiendo pequeñas miradas de su mejor amigo hasta que este le dijo que debería comer mejor, que estaba más delgado y parecía cansado.
  Liam lo estaba, realmente lo estaba.

  Corría por la reserva todas las mañanas buscando una explicación sobre el paradero de los cazadores, nunca encontraba algo más que coyotes gruñiendole cuando intentaba entrar a sus cuevas u otros estudiantes mirándolo extrañados luego de cruzarse con él varias veces.

  Liam pudo escuchar como su padre se preparaba para el trabajo desde su lugar en el balcón, sabiendo que no debía verlo ya que no sería fácil explicar por qué no sentía el frío golpeando su piel.

  Lentamente regresó a su habitación, permaneciendo de pie junto a la cama en la que su novia dormía, no queriendo acostarse realmente.
  Con un suspiro se deslizó entre las sábanas, dejando que su cuerpo aún frío permanezca alejado de la joven. Sin que él pueda impedirlo, Hayden al escucharlo se acercó al beta dejando su cabeza sobre su pecho. El corazón de Liam cayó en un latido.

  Amaba a su novia, lo hacía. Pero desde que la rescató de la Cacería salvaje, nada había sido lo mismo. Él se despidió aquella noche, en la estación de Sheriff, y aunque logró salvar a la chica del otro lado, él sabía que su corazón ya había aceptado que no regresaría. Pero lo hizo, y Liam tuvo que permanecer a su lado, porque la amaba y a pasar de todo debían seguir juntos. Y luego Hayden se fue, para proteger a su hermana, dejando a Liam atrás.
  Pero ahora estaba devuelta, besando sus labios y pidiendo perdón, diciendo que lo amaba y que jamás debería haberse ido.

  La joven beta había escuchado acerca de la guerra que había estallado en Beacon Hills, regresando a la cuidad días después de que esta termine. Apareciendo en la puerta de un beta extrañamente hiperactivo y feliz, viendo su sonrisa caer tan pronto como dejo sus ojos caer en la chica. Ellos conversaron por horas, acerca de los cazadores y la manada, hasta que luego de un rato de estar en silencio, Hayden se inclinó y besó al ojiazul.
  Luego de eso, los recuerdos de Liam comienzan a ser borrosos, todo ocurrió demasiado rápido. Discusiones con la chica cuando él quería pasar tiempo con sus amigos, sin ella. Incluso peor cuando Liam siquiera intentaba hablarle sobre terminar la relación.

  Extrañaba a Masón. No venía al moreno hace semanas, esto nunca ocurría. Extrañaba a Corey e incluso a Nolan, el cual parecia estar uniéndose a su pequeña manada antes que Liam se aleje.

  Extrañaba poder caminar por la secundaria sin ser golpeado en los corredores, y extrañaba ser un adolescente normal.

  Y dios, extrañaba a Theo.

  El coyote se había vuelto vital a su lado en los días de guerra. Calmando sus ataques de ira y regresandolo a la tierra en caso de que Liam lo necesitara. También estaba para golpearlo cuando creyera que era oportuno, claro. Y Liam lo extrañaba.

  Sabía que Theo estaba intentando reconstruir su vida. Se enteró que jugaba en el equipo de Futbol Americano y se alegró mucho por la quimera.

  Hace unas semanas, una noche antes de dormir Liam intentó llamarlo, realmente quería saber si se encontraba bien. Seguía siendo su responsabilidad después de todo.
  Pero junto antes de presionar el botón de "llamar" Hayden entró en la habitación preguntando que hacía, cuando el beta le dijo que estaba intentando hablar con Theo y preguntarle cómo estaba, la joven comenzó a enojarse con él y a pregúntale por qué siquiera le importaba después de todo lo que hizo, dejando la habitación con un portazo.

  "Deberíamos haberlo dejado en el suelo" esas fueron sus palabras minutos antes de alejarse.

  Liam se quedó en silencio en medio del lugar, aún con su celular en la mano.

  ¿Debería haberlo dejado en el suelo?

  No, definitivamente no. El beta no sabía que le había ocurrido al mayor bajo tierra, pero estaba seguro que el Theo que él sacó, ya no era el que fue enviado ahí en primer lugar.
  A este le importaba el resto, le importaba él. No era egoísta, quizás aún debía trabajar en sus palabras y sus acciones, pero Liam sabe que Theo es bueno, está seguro que lo es.

  Esa tarde, luego de verlo en los vestidores de Lacrosse, Liam se sintió como no se sentía hace mucho tiempo.

  Se sintió vivo.
  Quería tomar a Theo y golpearlo, su voz lo exasperaba y aún así continuaba hablando con él.

  En una pequeña sonrisa paso su mano libre por su cabello, recordando lo que el mayor había dicho.
  Aún no entendía eso de "ella ni siquiera está aquí para recogerlo", ¿Hablaba de Hayden?¿Por qué le importaría si la chica va a recogerlo luego de su práctica?

  Había notado que Theo era más alto que la última vez que lo vio, se dió cuenta cuando este lo tomo entre sus brazos para subirlo sobre el banco. Su cabello aún estaba largo y sus ojos parecían más verdes.

  Liam sacudió su cabeza. ¿Qué hacia pensando en los ojos de Theo?

"Tienes a tu pareja aquí mismo, Liam" Se dijo en voz baja, recibiendo un pequeño gruñido de su lobo, extrañandolo.

  Pero sin quererlo, cuando el beta comenzó a caer dormido, alejándose un poco del cuerpo a su lado, sus ojos verdes y su sonrisa arrogante pasaron por su mente una vez más.

Blood in the Water • Thiam Donde viven las historias. Descúbrelo ahora