6. "Talk to me"

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Escuchaba pequeñas gotas golpear el suelo de piedra, murmullos de las hojas del bosque a su alrededor, obligandolo a abrir los ojos lentamente.

Lo primero que notó fue que la fogata se había apagado totalmente, solo el rastro de las cenizas demostrando que algúna vez estuvo encendida. Podía sentir el roce del cabello de Theo en su mentón, recordandole la presencia del mayor. Con una pequeña sonrisa observó el rostro dormido del coyote.

Theo se había movido durante la noche, Liam acabando sobre el suelo con el mayor sobre él, con su cabeza sobre su pecho y sus piernas enredadas. Su cabello castaño se encontraba desordenado, y sus mejillas rojas ante la calidez de las mantas y el cuerpo del lobo. Sus labios estaban semiabiertos y una pequeña sonrisa se asomaba en estos.

La cueva estaba iluminada por pequeños rayos de sol, la lluvia aún continuaba en el exterior, provocando que Liam envuelva sus brazos alrededor de la cintura del joven sobre él, y con su cabeza en el hueco de su hombro, intentente continuar durmiendo.
Theo lentamente comenzó a removerse, soltando pequeños suspiros sobre el beta. Finalmente abrió sus ojos, viendo a su alrededor y bajando rapidamente del cuerpo del menor, haciendo que este abra sus ojos sorprendido.

"Lo siento, no me di cuenta que estaba sobre ti" la voz de Theo era grave, demostrando el tiempo sin ser usada.

Liam lo observo con ternura, su cabello se había desordenado aun más y sus ojos se encontraban mucho más claros que el verde bosque al que el beta estaba acostumbrado. Parecia casi indefenso.

"Esta bien, no me molesta" dijo en un susurro observando como el coyote se estiraba en busca de su celular.

"¿Aun está lloviendo? Maldición, mi camioneta debe estar repleta de agua" recordó su vehículo estacionado en la entrada de la reserva.

Liam suspiró lentamente comenzando a levantarse, siendo observado por el mayor, renunciando a la idea de volver a dormir. Se acercó a su chaqueta, sacando su celular.

"Tengo como 20 llamadas perdidas de Hayden, y algunos mensajes de Scott" dijo dirigiendo su mirada a la quimera aún en el suelo, envuelto en las mantas.

"¿Puedes llevarme a casa?" Preguntó, sin realmente querer hacerlo.

Las últimas horas habían sido las mejores en meses. Libre de la presión constante de la manada, y sólo siendo reconfortado por el coyote. No quería irse, pero debía hacerlo.

"Claro"

Media hora después, Liam abría la puerta de su hogar en un suspiro, saludando a Theo con su mano al observarlo alejarse. Al instante se vio envuelto en un apretado abrazo.

Hayden.

La chica olía a enojo y preocupación. Aún envolviendo al mayor de los dos en sus brazos.

"Hayden, estoy bien" habló cuando la chica comenzó a alejarse "Lo siento por irme así, necesitaba tiempo."

"¿Tiempo para qué, Liam? Creí que te había sucedido algo. No puedes desaparecer sólo porque necesitas tiempo" habló enojada.

El beta observó sus ojos con duda. Pero sus palabras dejaron su boca más seguras de lo que esperaba.

"Creo que debemos terminar."

El silencio se apoderó de la sala, ambos adolescentes parados frente al otro.
Hayden parpadeo algunas veces, su rostro notoriamente sorprendido.

"¿Terminar?¿De qué hablas cariño? Estamos genial ¿Por qué deberíamos terminar?" Habló con su voz temblando.

Liam suspiró.

"No lo estamos, Hayden. Hace mucho no estamos bien, y ambos no hacemos más que intentar ignorarlo. Ya no nos amamos, no estoy seguro de que lo hayamos hecho alguna vez, simplemente estamos acostumbrados al otro y creemos que es mejor seguir juntos." Dijo suavemente, sus ojos siguiendo los movimientos de la chica "Sabes que me golpean en la secundaria, y ni siquiera una vez intentaste hacer algo por mi, ya no te interesa hacerlo."

"¿Hacer algo? Liam eres un hombre lobo, puedes cuidarte sólo" habló enojada.

"Sabes que allí no lo soy, soy como cualquier chico." La miró con lágrimas en sus ojos "Y sería bueno tener a mi novia a mi lado. Pero lo único que quieres conmigo es follar y un lugar en la manada, no me quieres a mi" habló sincero.

Hayden lo miró sorprendida, sin esperar las palabras del beta.

"¿Un lugar en la manada?" Dijo "Liam, regresé por ti, no por la manada."

"Sé que las manadas de LA no te quisieron, no intentes mentir Hayden" dijo seriamente.

Hayden contuvo su respiración al oírlo.

Rió levemente y camino hacia la puerta detrás del beta.

"Las manadas de LA no quisieron una quimera" dijo en un suspiro "Una loba solitaria es una cosa, pero una quimera creada por científicos fingiendo ser una, es otra"

"Pero regresaste por la manada, por Scott, esperando que aún siga siendo un alfa" dijo lentamente, con sus ojos cubiertos en lágrimas "Y en su lugar..."

"Te encontré a ti, pretendiendo ser uno, aún cuando siquiera puedes defenderte a ti mismo en la secundaria" dijo fríamente, mirando a Liam.

Sus palabras atravesaron el corazón del beta, lágrimas comenzando a caer. Sabía que no era un alfa, pero jamás pidió serlo.

"No es mi culpa que no seas realmente sobrenatural, para mi jamás importó, eres Hayden, y eso era suficiente" habló con su voz entrecortada.

Era cierto, jamás pensó dos veces en que la chica era una quimera luego de que se una a la manada. Los doctores se habían ido, ella estaba segura.

"Para mí importaba, sabías que lo hacía. Curo más lento, mis sentidos son peores que los tuyos, y te odio por eso"

Liam se congeló en su lugar.

"¿Me odias por eso? Hayden, yo no te cree. Los doctores lo hicieron, yo sólo intentaba protegerte." Habló luego de unos minutos en silencio.

"Pues no lo hiciste" dijo finalmente abriendo la puerta "Buscaré un alfa, uno real, que pueda darme la mordida" dijo casi en un susurro, sin mirar al beta "Uno que no esté obsesionado con el que decidió arruinar mi vida" cerró la puerta fuertemente, haciendo que el menor salte en su lugar.

El hombre que decidió arruinar mi vida.

Liam contuvo su aliento en su pecho.

Theo.

Ella lo sabe.

Theo se encontraba en el suelo de la cueva, había regresado luego de dejar a Liam en su hogar. El lugar se encontraba calido a causa de la fogata, nuevamente envuelta en llamas, y las mantas que rodeaban su cintura.

Se encontró a sí mismo pensando en el menor. En su piel suave al pasar sus manos por debajo de su camiseta en la noche, y en sus ojos al despertar.

Theo sonrió.

Se había dado cuenta que estaba enamorado del pequeño lío de puños desde esa noche en el hospital, cuando decidió envolverlo en sus brazos, encerrandolos en el ascensor y protegiendolo de las balas. No podía pensar en perder al menor, su cuerpo entero temblaba en anticipación al escuchar las armas ser cargadas antes de que las puertas se abran, sintiendo el aroma de Liam del otro lado.

Recordaba la mirada en los ojos del beta, estaba aterrado. El Inuk-Ite había logrado llegar a él, Theo lo sabía. Pero el pequeño era fuerte, había logrado derrotar su miedo y luchar a su lado, aún luego de recordarle que no moriría por él.

Recordó el rostro dormido del menor, horas antes. Su cuerpo relajado debajo de él, con su boca en una pequeña sonrisa, casi imperceptible. Liam olía a hogar y a chocolate caliente entre sus brazos, lanzando pequeños suspiros sobre su cuello y dejando sus manos descansar en su espalda. Y Theo no había tenido pesadillas.

Después de que el adolescente lo saque de el infierno que las SkinWalkers habían creado para él, en sus sueños sólo existía la fría mirada de Tara y sus manos aferradas a su corazón.

Pero aquella noche, entre los brazos de Liam, escuchando sus latidos debajo de su oído y su aroma envolviendolo, Theo sólo pudo soñar con ojos color cielo y hogar.

Liam era su ancla.

Blood in the Water • Thiam Donde viven las historias. Descúbrelo ahora