REGLAS

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Una de las primeras reglas que clavé en mis circuitos luego de tantas decepciones, fue el hecho de
"aunque extrañes y sea inevitable, no debes buscar; jamás ir detrás de nadie".

Dar el brazo a torcer nunca estuvo entre mis planes.

Era y sigo siendo demasiado orgullosa para admitir que a veces llego a necesitar algo de los demás.

A veces necesito que se queden.

La cruda dependencia emocional de la que me vi en vuelta hace poco más de tres años, lo esclarece a la vista de un público omnisciente.

Tres años a la espera de nada.

¿Por qué de todos modos ese tiempo parece tan corto? ¿Es acaso que en el barranco frívolo donde me encuentro el tiempo corre más rápido? Siendo mucho más de lo que había calculado...

Porque en realidad parecieran décadas con este sentimiento en el pecho; el rasguño voraz.

Admito todos mis defectos, pero el orgullo me ha protegido. Y aunque murmuren, señalen o se dediquen a decirme que estoy haciendo mal.

Ellos no están en mis zapatos.

Ellos viven su hoguera, yo la mía, ellos se salvan de una manera y ésta es tan solo una manera de salvarme.

- Estas son mis reglas.

A quien más querías y se fueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora