ROTA HASTA LOS HUESOS

111 14 0
                                    

Recuerdo el último día  antes de que todo se cayera, vos estabas radiante con una sonrisa de lado que muy seguramente fingías para no partir lo que ya estaba roto, antes de tiempo.

Estuviste parado en una esquina esperándome y se me estrujó cada hueso.

Ni el día nublado ni ese suéter que se te dio por ponerte apagaban el brillo alucinante de tus ojos carmesí.

Quise agarrarte de la mano, pero solo caminamos; si hubiera sabido que era la última vez, te hubiera sonreído un poco más, observado un poco más, que se note que te amaba un poco más.

Siento que no te dije que te amo, lo suficiente para calmar la sed de decirlo ahora y... ya no estás.

Es que siendo sincera, jamás lo dije, a menos que estuviese en otra galaxia luego de pasar el límite de copas. Al igual que tú; que cuando llegaba el otro día ya no recordábamos nada.

Tenía terror de que sepas todos mis sentimientos a flor de piel, miedo de que me destruyas por eso. En la mirada lo notabas, pero no en las palabras. Y fue así, de haberlo dicho, hoy estuviese más sumergida en tristeza que ayer.

A veces siento que podría haber hecho más, que podría haber luchado contra todo pronóstico. Sin embargo, el pronóstico tenía nombre y tenía lo que yo nunca pude de ti.

Tenía un te amo de frente.

Yo solo fui un te amo, a escondidas.

A quien más querías y se fueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora