PUNTOS SUSPENSIVOS

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No me vengas a hablar de tristeza
si nunca te has quedado toda la noche
escribiendo versos para alguien
que no te lee.

Uno de los tantos que escribí era:

Ojos como los míos,
quizá encuentres hasta de sobra,
pero ¿de qué te servirían?
si no te mirarán como lo hago yo.

Usted dijo que soy poesía,
y que desparramo arte al escribir,
debe saber que tengo
la inspiración en frente,
planeando mi porvenir.

Venga y abrígueme con su calidez,
estaré dispuesta a ceder
cuando sus lindos ojos cafés,
me tienten otra vez.

Vuelva y allane mi morada,
desde su partida no es
más que una casa triste,
pasillos sombríos y apagada.

Permítame recrear lo que dejó
a medio talle,
unos pensamientos creativos
incluso para escribir un libro,
pero lleno de puntos suspensivos.

A quien más querías y se fueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora