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—No lo aguanto, iré a revisar; ¿vienes o no? –cuestionó SeHun ni bien el pelirrojo los dejó solos, y a pesar de que el trabajador no se veía convencido de bajar, asintió, llevando a otro trabajador con ellos; claro que revisará los rasguños primero, viendo que no era la primera vez en que el híbrido atacó la zona.– ¿Alguno de los dos sabía sobre esto?

—Hace unos días ha estado teniendo un comportamiento extraño; cuando hay un cambio de guardia se estresa, es como si se pusiera nerviosa y da una vuelta por la jaula… Nunca le dimos mucha importancia; se supone que es una zona segura, y que es imposible una fuga como esta. –admitió, encogiéndose de hombros en el momento que revisaban los rasguños, muy cerca del teclado de seguridad, ese que solo los trabajadores utilizaban cuando la híbrida era demasiado pequeña; peligrosa, sí, pero no imposible de disuadir.

Mientras tanto, en paralelo a lo que sucedía en la jaula del Indominus, LuHan manejaba lo más rápido que podía en dirección a la central del parque, donde había todo un equipo con cámaras, y comunicadores para estar al tanto de todo lo que sucediera en el parque, en especial para situaciones como aquella; Lee TaeYong era la mejor opción para mantener aquel rastreo, siendo el mejor en su clase, y es por ello mismo que incluso antes de llegar a la central, LuHan ya estaba tecleando su número de teléfono.

—Necesito que me localices al Indominus, es urgente TaeYong; quiero que trabajes lo más rápido posible. –ordenó ni bien su llamada fue conectada, y en un solo segundo el menor ya estaba tecleando sobre su computadora, todos en la central atentos a lo que sucedía en la gran pantalla; luego, confundido, el joven aseguró que el dinosaurio estaba en su jaula mientras que su compañero, Johnny, tecleaba en su propia computadora para entrar a las cámaras, encontrándose con tres personas dentro.– Eso es imposible… No estaba en ninguna de las cámaras. –jadeó, el pánico apoderándose de cada parte sabiendo que, conociendo a SeHun, estaban dentro de la jaula.– ¡Sáquenlos de ahí!

Mierda… ¡Está en la jaula!, ¿me escuchan? –medio gritó Johnny a través de su comunicador, apenas llegando al otro lado en el altavoz de la puerta; aún viendo por las cámaras, desesperándose cuando no parecían oír por completo sus palabras, cada minuto acercándolos más a una horrible muerte cuando él volvió a gritar:– ¡Está en la jaula!

—Carajo… –susurró SeHun, su pálido rostro girándose hacía sus mayores, el pánico brillando en su mirada durante medio segundo en lo que se giraban sobre sus pies, queriendo dirigirse nuevamente al interior de la torre de observación, deteniéndose cuando una horrible criatura salió de entre las plantas gigantes; blanca y con unos filosos dientes, la Indominus gruñó, y él maldijo cuando el hombre junto a él chilló asustado corriendo lejos, sin darse cuenta de que le había dado al híbrido lo que tanto quería.– ¡Cierra la puta puerta! –añadió, viendo con horror como el trabajador anterior tecleaba el código de acceso.

Mientras el híbrido se devoraba rápidamente al trabajador que intentó huir inútilmente, el mayor del grupo tecleó la contraseña en el teclado, abriendo la puerta lo suficiente como para poder salir, y apretar el botón de cierre, rezando para que SeHun pudiera salir a tiempo, y sí lo hizo, aunque lamentablemente no lo hizo solo; la Indominus salió justo detrás de él, derribando la puerta a medio cerrar, y terminando por romper el muro que antes había rasguñado, gruñendo y olfateando el aire hasta acercarse a las camionetas del parque.

SeHun fue moviéndose de a poco, escondiéndose más detrás de la camioneta al ver, de reojo, al trabajador que se escondía en la camioneta de enfrente, poco antes de que la criatura hiciera volar la camioneta donde estaba escondido, y también lo devorara; el pelinegro debió pensar rápido, escondiéndose debajo de la camioneta, y rociarse el cuerpo con el combustible, intentando ocultar su aroma, funcionando perfectamente y dándole un momento para respirar aliviado mientras la enorme criatura se alejaba entre gruñidos.

Jurassic World: Mundo jurásico «HunHan»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora