Capítulo 7

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El tiempo pasaba lentamente

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El tiempo pasaba lentamente. JiMin ya no sabía que más podía hacer en aquel departamento.

—¿Debería ir a buscarlo?— hace más de cuatro horas que el rubio se había ido. —No, como vas a hacer eso JiMin, no eres alguien que tenga ese derecho— se reprendió. Holly levanto la vista pera mirar al contrario que se levantaba y sentaba en aquel sofá.

Siguio mirando la televisión, algo buena debería haber, pero después de unos minutos cayó rendido ante el sueño.

El sonido de la puerta siendo desbloqueada lo atrajo del mundo de los sueños.

—Oh. Lo lamento — se disculpó Yoongi al ver que el pelinegro se habia levantado.

—No hay problema, me quedé dormido aquí lo mejor sería que me fuera a la habitacion— se levanto rascando su ojo. —¿Que tal tu cita?— miro al rubio al cual se le ilumino los ojos y tenía una sonrisa que ojalá un día el pudiera recibir. Aunque eso sería imposible.

—Si alguna vez dije que Hoseok es el sueño de cualquiera ahora lo he confirmado...— el pelinegro solo pudo asentir.

—Ya veo...— quedo un minuto en silencio —Descansa— fue lo último que dijo antes de desaparecer por el pasillo que le llevaba a su habitación.

—Que extraño, ¿No Holly?— tomo al cachorro en sus brazos. Ignorando los pequeños sentimientos crecientes del pelinegro por él.

El dios trató de descansar, pero cada vez que cerraba sus ojos podía ver a la pareja en sus sueños.

—¡Ahg!— se quejo, alboroto su cabello desesperado. —Por favor regresa mis poderes— le hablaba a la nada.

Pero fue en algún momento de la noche que el cansancio como el nuevo humano que era lo venció por completo.


Esa mañana JiMin salió sin despedirse del rubio. Tenía que encontrar su dinero para evitar de manera definitiva al YoonGi.

—Has madrugado— dijeron a sus espaldas. JiMin volteo encontrándose a Jin.

—Necesito encontrar mi dinero— dijo decidido.

—Bien, te ayudaré, ayer tu me ayudaste, hoy te toca a ti— el pelinegro más bajo asintió. —¿Que te ocurre?— ambos esperaban el autobús.

—¿Desde cuando preguntamos eso?— una sonrisa socarrona se instaló en su rostro.

—Desde ahora— respondio simple el más alto. —Creo que desde que comenzó algo de humanidad en mi— se encogió de hombros.

—Sabes que debes tener cuidado con eso ¿no?— el dios más bajo estaba al tanto de lo que le pasaría al novio del contrario si se volvía completamente humano.

—Lo se, aún trabajo en que eso no suceda— aún había mucho camino por recorrer.

Y ambos serían la ayuda el uno del otro.



El Dios del Aire (JIMSU) 《DIOSES #2》 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora