El Dios del Aire (JIMSU) 《DIOSES #2》

Capítulo 11

"Bocanadas de aire llenas de vida que anticipan esos besos que son mi vitamina..."

Nerea Nieto

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—Hey YoonGi, adivina que sucedio— la recepcionista le llamó al verlo pasar esa mañana.

—¿Que chisme tienes ahora?— no era fan de los chisme, al menos no de esparcirlos pero si escucharlos.

—El sujeto que tenía la deuda con el hospital vino a liquidar todo, inclusive los intereses— dijo emocionada.

—¿Cual de todos?— si, había muchos que debían.

—El que estaba algo loquito diciendo que era un dios, al que le diste asilo— le recordó. —Vino hace unos momentos—

—¿Hace cuanto, por donde se fue?— al menos debía despedirse de él, ¿No?

—Hace dos minutos, salió por la puerta de emergencias— señalo la puerta a la derecha.

YoonGi contra todo pronóstico corrió hacia donde le señalo buscando entre el jardín al "dios"

—¡JiMin!— grito al observar una cabellera negra alejándose. Corrió hasta que sintió sus pulmones quemar y tomar el brazo del contrario.

—Hey YoonGi— el dios volteó a mirarlo con una enorme sonrisa, una que hizo que sus ojos se hicieran una media luna. —Conseguí mi dinero— dijo rápidamente —He pagado mi deuda y estaba por dejarte tu parte por hospedarme y darme alimento...— extendió un sobre.

—Oh— tomo el sobre —¿Gracias?— dijo... dejando de lado esa incomodidad se atrevió a preguntar lo que tanto quería saber —¿Que has hecho estas semanas?— dos semanas y apenas el aparecía.

—¡Oh sobre eso!— lanzo su cabello hacia atrás. —Resolviendo un acertijo para encontrar mi dinero...— estaba omitiendo una cosa.

—Vaya, si que te tomo algo de tiempo— ambos rieron. —Lindo cambio de look— señaló los mechones plateados que sobresalían entre el cabello negro.

—Um, gracias— no quería hablar de ellos. —Creo que debo seguir buscando mis poderes ahora...— no queria terminar esa conversación pero debía hacerlo.

—Oh, claro ve...— dijo no muy convencido —Cuando quieras puedes regresar y platicamos más...— un intento vano por verlo nuevamente.

—Si... adiós YoonGi— miro por última vez esos ojos gatunos.

—Adiós JiMin...— y esa sonrisa de gomita podría ser lo último que viera el dios antes de morir y el seria feliz. Junto con aquel beso que dejó en su mejilla.

Esos mechones plateados que aparecieron poco a poco a lo largo de estas dos semanas ahora tenían un porque.

Min YoonGi los había provocado.

El primero apareció hace dos semanas, cuando junto a Jungkook caminaron cerca de aquel restaurante donde el rubio besaba al pelirrojo. Siento algo extraño dentro de si pero lo notable fue cuando el otro dios le hizo saber del cambio de su cabello. Después de eso uno tras otro fue apareciendo cuando sin querer veía a YoonGi entregar su amor a otro.

Si el debía morir para que el rubio fuera feliz seria la prueba más grande de amor que nunca demostró por nadie más.

—¿Como salió todo?— pregunto Jungkook.

—Bien, me he despedido de él — sin notarlo un nuevo mechón se coloreaba plateado. —Terminemos de ayuda a Jin antes de que deje este mundo para siempre— pues también sentía que sus fuerzas menguaban, parecía envejecer con cada segundo.