Capítulo 3

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Aquella mañana el dolor fue menos y para recuperar sus fuerzas decidió salir a caminar por los pasillos, para su suerte o mala a fin de cuentas, el lindo enfermero del día anterior no se encontraba por ningún lado y eso que el desayuno ya había pa...

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Aquella mañana el dolor fue menos y para recuperar sus fuerzas decidió salir a caminar por los pasillos, para su suerte o mala a fin de cuentas, el lindo enfermero del día anterior no se encontraba por ningún lado y eso que el desayuno ya había pasado.

-¡Abran paso!- unos enfermeros arrastraban una camilla seguidos por un doctor y ese enfermero pálido.

Miro al chico que pasó justo a su lado, estaba herido pero no parecía algo de gravedad. Si no fuera porque quiso conocer al hombre que había robado el amor de un dios no lo hubiera reconocido como el enamorado de Jin.

-Esto se está poniendo feo- sabia que una guerra entre dioses solo dejaba heridos y el pobre chico ya era uno de ellos.

Nunca imagino ver a Jin corriendo por los jardines que daban a la puerta de emergencia del hospital.

—¡SeokJin!- grito para llamar la atención del pelinegro -¡SeokJin!- volvió a llamarlo pero sosteniendo su brazo esta vez.

-¡Sueltame JiMin, debo encontrarlo!- por fin entendia lo que era ser un mortal, la fuerza de Jin era mil veces más que la de el en estos momentos.

-Jin, mirame- sostuvo su rostro luego de un forcejeo -El esta bien- de lo contrario un caos ya se hubiera desatado en el hospital, pero todo estaba en paz.

-No, necesito verlo el me necesita...- lucho con un poco menos de fuerza, lo cual agradecía JiMin.

-¿Que sucede aquí?- por fin el rubio hacía su aparición con su típico uniforme de enfermero, debia ser ilegal verse tan bien en algo como eso. -¿Nuevamente ocasionando alboroto tú?- su vista se posó en mi.

-El es mi amigo, vino a ver al chico que ingresó hace unos minutos- señalé por el camino donde había entrado hace minutos.

-Oh, está bien, el chico está bien por suerte el cinturón y la bolsa de aire fueron vitales para que no saliera tan lastimado- pudo sentir como Jin se relajaba solo un poco. -Si deseas verlo debes esperar hasta que sea horario de visitas, he llamado a sus padres y no tardaran en venir- informo.

-¿Lo ves? El esta bien- trate de animar, eso hacen los amigos ¿no?

-¿Cuando es el horario de visitas...?- pregunto al enfermero.

-Es por las mañanas y tardes, ¿El es uno de tus amigos?— volvió a posar su mirada en mi. —Porque mencionaste que no tenías amigos, aunque debe ser una mentira al igual que dices ser un dios— ni tiempo me da de contestar.

—¡En verdad soy un dios!— ¿Como le haría entender a este humano que el lo era? —El más bien es como un compañero de trabajo— miro a Jin que estaba poniendo un poco más de atención.

—Todo el mundo lo odia— dijo Jin con burla, lo mire mal y solo se encogió de hombros.

—Si bueno...— trato de hablar pero el palido enfermero fue interrumpido.

—Min, necesito que vigiles al paciente de la habitación 203— mi doctor apareció. —¿Son familiares de Kim Namjoon?— preguntó.

—Lo hare enseguida doctor Jung, en cuanto a ellos... con más bien conocidos del paciente, sus padres ya vienen en camino— el doctor asintio. ¿Por que el palido enfermero lo veía de esa manera?

—¿Como está su salud?— no pudo contenerse Jin de preguntarle al doctor.

—Él estara bien, solo un par de golpes y un buen susto, nada que el tiempo no sane— debia de admitir que ese doctor tenía un no se que con el cual tramitia paz.

—Gracias — el pelinegro más alto estaba tranquilo y con un asentimiento de cabeza desapareció dejándome con el enfermero que me miraba embobado.

—Te vamos a dar el alta, en cuanto pagues la factura del hospital te puedes ir— y sin decir palabras más se fue detrás del doctor.

Bueno ahora necesitaba dinero y esperaba encontrar a Jin por los pasillos aún del hospital. O por el contrario de esto huir del hospital para ir por mi propia reserva de dinero...

El Dios del Aire (JIMSU) 《DIOSES #2》 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora