Capítulo 3.

949 68 13
                                    

ARMIN.

-Estate quieto Armin.- Mikasa no me dejaba si quiera quejarme, intentaba limpiarme la herida que mi querida alumna Annie me había hecho la noche anterior, el alcohol escocía bastante y cada vez notaba la parte derecha de mi cara más hinchada.- Toma.- Después de limpiarme me dio un bloque de hielo para que me bajase la hinchazón. ¿Absurdo verdad? Yo, siendo médico, que no tuviera lo necesario en casa para poder curarme el golpe y tener que venir a la casa de mi mejor amiga para que me ayudase.

-¿Qué puñetas te ha pasado?- Eren, que acababa de venir de la cocina, me preguntaba asombrado mientras me daba una taza de café, cosa que agradecí eternamente, ya que no dormí nada, estaba cansado, dolorido y triste. Para mi suerte, la tranquilidad que me daban mis dos mejores amigos me permitía no cogerme una baja por depresión la segunda semana de trabajo.

Era domingo, y por alineación astral, tanto Mikasa como Eren libraban ese día de trabajar. Eran policías, no siguieron mi camino de permanecer en el Ejército pero no se desentendieron del todo en ayudar de alguna forma u otra. Por lo que estábamos desayunando en casa de los padres de Eren, es decir, "los padres adoptivos" de Mikasa, y a la vez, sus suegros. Es difícil de explicar la verdad, pero el caso es que tía Carla y tío Grisha lo aceptaron desde el principio, seguramente por qué ya se olían algo.

-Creo que el pobre necesita una bolsa de guisantes más que hielo.- Grisha Jaeger, el padre de Eren, se reía sin intención de burlarse mientras me traía una segunda opción a mí dolor, lo acepté con una sonrisa, aunque me dolió, lo que originó una carcajada de toda la familia, menos mal que Carla estaba allí para apoyarme.

-¡Dejadlo tranquilo! Será que vosotros nunca os habéis metido en problemas. Venga a la mesa, que el desayuno se enfría.- Conforme nos sentábamos, por las escaleras que daban a los pisos superiores de la casa, bajaba Zeke Jaeger, el hermanastro de Eren. Quien fue nuestro enemigo en la guerra, aunque después de ella, las cosas se calmaron, y la familia Jaeger lo perdonó, ahora intentan que todo vuelva a la normalidad entre ellos.

-Vaya Armin, ¡Que hostia!- Zeke como siempre era burlón y algo fanfarrón con Eren y conmigo, pero era su forma de tenernos aprecio, a la hora de la verdad, y quitando de por medio lo que ocurrió, era un buen tipo, que se preocupaba por nosotros.-¿Qué ha pasado? ¿Algún alumno se ha enfadado por la nota de un examen y te lo ha hecho pagar?

-Tsk, si bueno.- Bufé pero al intentar hablar me dolía más, aunque tampoco importaba mucho si se los contaba a ellos. Sin contar a mi abuelo, a Hanji-san, a Levi y a Erwin, ellos eran mi familia, por lo que no solía ocultarles nada.- Algo parecido. ¿Sabes que tengo a Annie Leonhart como alumna de medicina?

-Tienes que estar de coña.- Zeke comenzó a reírse, y Eren a temblar, recordaba la de palizas que se llevó en los entrenamientos del adiestramiento por su culpa.- Entonces creo que ya sé por qué te golpeó de esa forma.

-Venga ya Zeke, no nos dejes con la intriga.

-Lo siento mamá, pero si el pequeño coquito no quiere contarlo, yo soy una tumba.- Aunque tía Carla no fuese su madre de sangre, Zeke siempre la llamaba "mamá", ya que nunca conoció a su madre biológica, Dina, que murió por complicaciones en el parto. Poco después, tío Grisha conoció a Carla, y esta aceptó al hijo de este aunque no fuese suyo, y lo crio como si así lo fuera.

-Armin, si esa perra vuelve a hacerte daño, la mato.- Pude ver como la mirada fría, siniestra y sin piedad de Mikasa reflejaba la verdad de sus palabras. Nunca me molestó del todo su sobreprotección pero a veces las cosas no se solucionan matando o pegando palizas.

-¡Mikasa! ¡Esa boca!

-Lo siento mamá.

-¿Y no has probado a hablar con ella?- Eren fue el más racional de todos, por raro que pareciese.

Una incógnita sin resolver (aruannie, Armin X Annie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora