One shot's NaruTema

Respuestas secretas

"Oye bigotes ¿Crees en las almas gemelas?"

Naruto hizo una pausa en su entrenamiento de katas de taijutsu para mirarla. El rostro de Temari no reveló nada de la intención de su pregunta. Estaba sentada en una rama justo encima de él, con las manos cruzadas en el regazo y los mechones de su pelo ondeando suavemente con la brisa. Ambos habían terminado sus quehaceres; el con su entrenamiento y ella con sus deberes como embajadora de Suna; del día y se reunieron en este lugar para ver la puesta de sol. Lo habían estado haciendo mucho últimamente, cada vez que podían.

Él se estaba tomando su tiempo para responder, así que ella lo miró con dureza, lista para defenderse si él se burlaba de su pregunta. Esa no había sido su intención en absoluto. Se encogió de hombros para retrasar la respuesta y terminó los katas para luego dirigirse hacia el árbol para sentarse junto a ella.

"¿Por qué preguntas?"

Fue su turno de encogerse de hombros.

"Vamos", me animó, "no te daré bolas de arroz a menos que me lo digas".

"¿Reteniendo comida? Eso es bajo, incluso para ti" refunfuñó, pero sonreía mientras se burlaba de él. "Ayer me reuní con las otras chicas y estaban hablando. Eso es todo."

"¿Sobre las almas gemelas?"

"Sí, ahora dame una bola de arroz. Tengo hambre."

Naruto le pasó la bolsa, sabiendo que tomaría una de curry picante. Era más probable que Temari ignorara los chismes de Ino y hablara con Tenten sobre entrenamiento. Se preguntó qué habría escuchado en esta conversación para despertar su interés.

"¿Qué estaban diciendo?" preguntó, desenvolviendo una bola de arroz para sí mismo.

"Fue tan tonto", dijo luego de comerse su bola de arroz. "Ino estaba leyendo un artículo de una revista sobre cómo saber si alguien es tu alma gemela y usando esas tonterías para decidir si los chicos que les gustan son sus almas gemelas o no. Es totalmente ridículo".

"Suena así". La vio tomar otro bocado de comida. Ella siempre se veía tan feliz cuando él le traía su sabor favorito. Nunca le había dicho explícitamente que era curry picante, pero él se había dado cuenta de que siempre lo elegía cuando podía, además imaginaba que le recordaba a Suna de alguna manera. "Supongo que no crees que existan almas gemelas".

"¿Por qué lo haría?" Temari resopló. "¿Por qué habría una ley en el universo que designara que dos de los miles de millones de personas que existen tienen compatibilidad de por vida? Elimina toda individualidad. Elegimos de quién enamorarnos, no el universo".

"¿Es realmente tan improbable?" trato de estudiar su rostro cuidadosamente, trazando los patrones de la luz del sol que se desvanecía mientras trazaban su piel. "No elegimos la naturaleza de nuestro chakra, pero elegimos cómo manejarla. Quizás el amor es de la misma manera".

"¿Qué quieres decir?"

"Realmente no elegimos de quién nos enamoramos, ¿verdad? Pero elegimos cómo amar, cómo comprometernos y crecer por otra persona"

"Solo es eso. Elegimos cómo responder cuando nos enamoramos. Podríamos elegir evitar a nuestra alma gemela, entonces, ¿cuál es el punto de tener una? "

"No creo que el amor sea tan fácil de ignorar. Además, no puedes elegir cómo te responde tu alma gemela. Puede que no sean tan fáciles de ignorar".

"¿Estás discutiendo por discutir, o crees lo que estás diciendo?" Temari lo miró críticamente. Se encogió de hombros, intentando evitar dar una respuesta una vez más.

"¡Oh, Dios mío, lo haces! ¡Crees que las almas gemelas son reales!" Ella se rió con incredulidad.

Naruto la miró. Los ojos de ella brillaron divertidos. Quería decirle la verdad. Sabía que las almas gemelas eran reales porque ella existía. Quería confesar que había estado enamorado de ella desde el primer día que la conoció antes de los exámenes chunin. Su fuerza era hermosa, y podía ver su bondad incluso cuando trataba de ocultarla tras una máscara de kunoichi súper ruda. Ella podía ser maravillosamente impredecible, y comprenderla era el mismo rompecabezas emocionante como aprender un nuevo jutsu, solo que más intrigante y atractivo. Naruto sabía que iba a pasar todos los días que pudiera con ella por el resto de su vida. Se preguntó si ella sentiría lo mismo.

"Digamos que estoy abierto a la posibilidad", respondió, reteniendo su confesión hasta que ella estuviera lista para escucharla o que él estuviera listo para decirlo.

"Estoy un poco sorprendida", dijo Temari, mirándolo con algo como asombro. "Eres más extraño de lo que pensaba."

"Creo que la mayoría de la gente diría que eres el extraño".

"Eso es porque nunca estás callado, eres un bocazas la mayor parte del tiempo. Generalmente los tranquilos son de los que la gente nunca sospecha, pero tú eres la excepción, puesto que obviamente eso es una máscara, nadie aquí en Konoha conoce realmente quien eres en realidad por eso eres el más extraño". Ella tomó la bola de arroz adicional que le ofreció. Ella masticó pensativa, todavía estudiándolo. "Tendrás que ser más práctico si vas convertirte en Hokage".

"Ya veremos", dijo como siempre lo hacía con ella. Ella se encogió de hombros y se volvió hacia él horizonte. Naruto continuó admirando la forma en que la luz pintaba su rostro hasta que se desvaneció, dejando las estrellas reflejadas en sus ojos.