One shot's NaruTema

Creando el Hiraishin

N/A: Tobirama / Mito - En el que tu alma gemela deja huellas de colores que solo tú puedes ver.

Se suponía que debía estar haciendo algo, pensó distraídamente. Había un lugar en el que se suponía que debía estar hoy, pero seguramente no podía ser ni la mitad de importante que el trabajo que tenía delante. No tenía ningún deseo de abandonar su proyecto cuando estaba tan cerca de lograrlo.

Su renuencia a moverse puede haber tenido algo que ver con el hecho de que había estado despierto durante tres días seguidos, dos y medio de los cuales los había pasado encerrado en su laboratorio personal. Le gustaba estar aquí. Era calmante, reconfortante, silencioso. Su hermano había construido su laboratorio especialmente para él, con paredes reforzadas para encubrir cualquier falla científica y vidrios polarizados ordenados desde el País del Viento para mantener los rayos del sol alejados de sus experimentos más delicados. Lo más importante de su laboratorio, la razón por la cual le gustaba era porque no había gente en él.

Tobirama se frotó la cara con una mano, sintiendo la barba incipiente en su palma, y ​​volvió a enfocar sus ojos en el pergamino frente a él. Había estado jugando con el sello que intentaba crear durante semanas y estaba tan cerca de hacerlo funcionar que prácticamente podía saborearlo. Con esto volaría, casi literalmente. El sunshin era tan imperfecto; lo frustraba con sus lamentables limitaciones. Una vez que se completara este sello, si funcionaba de la manera que él pretendía, podría moverse más rápido, ir más lejos y luchar mejor. El solo pensamiento de las cosas que podía lograr lo mareaba.

Cuando volvió a parpadear, se dio cuenta de que sus manos se habían estado moviendo sin que él realmente prestara atención, y continuó trabajando en piloto automático mientras su mente cansada se alejaba de la tarea que tenía entre manos. Miró hacia abajo a lo que había creado, inclinando la cabeza para ver desde diferentes ángulos. Luego, sus cejas se elevaron hasta la línea del cabello. Era perfecto. Su trabajo rindió sus frutos.

Estaba tan absorto en su trabajo que Tobirama ni siquiera sintió las firmas de chakra que se acercaban hasta que la puerta se abrió repentinamente hacia afuera y miró a su alrededor para ver a Hashirama entrando con esa mirada de decepción en su rostro que decía que Tobirama se había quedado demasiado atrapado en su trabajo y se perdió algo importante de nuevo. Por el rabillo del ojo notó que una mujer lo seguía, pero después de notar de manera bastante periférica que era increíblemente hermosa, la despidió. Esto era excelente. Su hermano había llegado en el momento justo.

Hashirama abrió la boca para decir algo, probablemente algo sobre regañarlo, pero Tobirama lo interrumpió, empujando el pergamino en el pecho del hombre mayor con los ojos muy abiertos.

"Toma esto", exigió. Hashirama se detuvo bruscamente, tomando reflexivamente lo que le estaban entregando.

"Oh..."

"Ahora vete." Tobirama hizo un movimiento de espanto con la mano.

Hashirama frunció el ceño. Obviamente había venido aquí por algo, pero Tobirama no tenía tiempo para eso. ¿No vio su hermano mayor que esto era importante?

"¡Ve, vamos!"

"Lo... lo siento mucho", suspiró Hashirama, volviéndose hacia la mujer pelirroja que estaba con él. "Pero será más rápido llamar su atención si sólo le seguimos la corriente por un minuto".

Más intrigada por el pergamino que por cualquier otra cosa, la mujer siguió a Hashirama mientras se alejaba por el camino por el que había venido. Tobirama vio que la puerta se cerraba detrás de ellos y luego se sentó muy quieto, marcando el tiempo en su cabeza y vigilando mentalmente a su hermano mientras se alejaba cada vez más del laboratorio. Una vez que esa firma familiar había alcanzado una buena distancia, juntó las manos en un conjunto de sellos desconocido.