🪡. O3

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Mitsuya caminaba a paso rápido, tras de él, Peyan intentaba seguirle el ritmo y ambos se dirigían hacia el salón de Reiko

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Mitsuya caminaba a paso rápido, tras de él, Peyan intentaba seguirle el ritmo y ambos se dirigían hacia el salón de Reiko. No la había visto durante la mañana, tampoco la vió llegar a clases y eso le preocupaba así que decidió buscar información dentro de lo sensato pues no quería buscar problemas.

Reiko se había vuelto especial para él, desde el primer momento en que la vió mirando por la ventana fue suficiente para sentirse flechado por ella; no era perfecta, nadie lo era y su cuerpo oculto bajo las holgadas telas de los abrigos demostraba sus inseguridades a través de sus pequeñas y oscuras ojeras.

Pero para Mitsuya fue como ver a un pequeño ángel caído que simplemente descansaba. Que le negara tantas veces al día el hecho que le dijera lo bonita que es sólo hacía que quisiera estar más cerca de ella.

—Peyan, ¿Has encontrado algo? —Preguntó suavemente el de cabellos lilas hacia su compañero del segundo escuadrón mientras observaba el asiento vacío de Reiko.

—Según los idiotas de su salón no asistió a clases hoy, suele faltar mucho a la escuela. —Respondió el más alto— ¿Hay algo más que necesite?

—Hmm, no, volvamos al club.

Los cabellos de un brillante caoba, desordenados y suaves en la almohada y en su rostro; ojos turquíes descansaban manteniéndose cerrados y su cuerpo reposaba en su cama

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Los cabellos de un brillante caoba, desordenados y suaves en la almohada y en su rostro; ojos turquíes descansaban manteniéndose cerrados y su cuerpo reposaba en su cama. Reiko soñaba en la seguridad de su habitación donde nadie podía atormentarla, es tan frágil y tan calmada que casi nunca habla y en los ríos de tristeza aprendió a flotar encerrándose en una pequeña caja mental donde nadie pueda hacerle daño.

Sus ganas de ver a las personas de siempre eran nulas al igual que sus ganas de asistir a clases, Himura Reiko prefiere dormir por largas horas a escuchar cómo se burlan de ella, aunque en sus sueños se paseaba el joven de cabellos lilas quien calló a los demás expresando lo bonita que es ella.

Sus ojos pesadamente se abrían adaptándose al sol de la mañana, mirando en silencio su pared mientras en posición fetal se cubría con sus sábanas como si su vida dependiese de ello; ella hoy quería desaparecer debido a la inseguridad y desconfianza, aún creía que Mitsuya le estaba jugando algún tipo de broma por más que él insistiese que no lo era.

Pensaba en esos tranquilos ojos lavanda y su mentón apoyado en la palma de su mano, observandola con una ladina sonrisa; aquel largo metro que colgaba en su cuello y su precioso pendiente, su cabello lila claro que brillaba con el sol causaron que Reiko suspirara y sus inseguridades aún más la agobiaran.

—Eres bonito, Takashi. —Musitó para sí misma cerrando sus ojos una vez más, esperando soñar con él en su soledad.

 —Musitó para sí misma cerrando sus ojos una vez más, esperando soñar con él en su soledad

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Muchas gracias por las 200 vistas y los 56 votos, me motivan mucho a seguir escribiendo. Lxs aprecio mucho. <33

𝗕𝗢𝗡𝗜𝗧𝗔 | 𝐭𝐚𝐤𝐚𝐬𝐡𝐢 𝐦𝐢𝐭𝐬𝐮𝐲𝐚.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora