One-Shots [Chifuyu x Baji]

🔥Amo🔥

Advertencia..
Contiene parte +18
Masoquismo

Me encontraba en mi despacho desde mi casa, desde hace días no voy al trabajó.
Quisiera ser una persona normal, tener amigos, pareja, familia. Pero no todo en la vida se puede.

Unos socios me invitaron a un club, acepte. La verdad necesito distraerme y dejar de pensar solo en mi empresa.

Los chicos nunca mencionaron de que era el club, una vez que llegué pude divisar que era DDLG. Así que pensaban en tener babys.

A mí en realidad nunca me intereso nada de ésto, pero ya estaba aquí, no tenía vuelta atrás.
Una ves que entre alcance a ver a los chicos en una zona VIP. Fui con ellos, el de seguridad no me dejó entrar a la primera, hasta que se acerco uno de mis socios.

- Déjalo pasar...viene conmigo -

- ¿Qué es este lugar? — pregunté algo desorientado.

- Un club dónde consigues a tus babys....¿Nunca habías venido a uno? -

- No la verdad soy muy cerrado en ese caso -

- El magnífico empresario Matsuno Chifuyu jamás a experimentado el juego DDLG...-
Volteó a verme.

- No ya te lo había dicho -

Iba a seguir hablando, pero el anfitrión del club habló.

- Buenas noches caballeros se me hace presentar que el día de hoy abra la subasta con mercancía nueva -

¿Mercancía?... De que hablaba.

El chico siguió hablando, para luego señalar la cortina de atrás y demostrar a pequeñas chicas. Una que otra llorando y espantadas. Me preguntó cómo llegaron a tal situación.

La verdad no estaba interesado en una chica, siempre me han atraído los chicos. De igual manera si estuviera uno ahí, no tendría algo con uno.
Pero...una parte de mi llega hacerlo, me agrada pero luego lastimo a la persona y me aparto.

Mis socios decían una que otra cantidad, pero mi vista se fijó en un pelinegro, que estaba por los lugares donde se hacen privados.

¿Trabaja aquí?...no se veía tan pequeño, me di cuenta que el estaría haciendo un espectáculo por ese lugar.

Me pare y camine en dirección hacia el lugar, cuando entre había un pequeño escenario. Casi no estaba llenó, ya que la mayoría estaba en aquella subasta.

Tome asiento y espere a que saliera.

No tardó mucho para comenzar, se veía que no era la primera vez que lo hacía.

Una voz externa empezó a decir que le propucieramos lo que hiciera.

La mayoría no daba respuestas, así que levanté mi mano para que me dieran un micrófono para empezarle a dar órdenes.