Trece

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Félix iba caminando tranquilo por los pasillos de la escuela mientras iba comiendo una paleta sabor a cereza

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Félix iba caminando tranquilo por los pasillos de la escuela mientras iba comiendo una paleta sabor a cereza.

Se preguntaba porque Seungmin se estresaba tanto por un anónimo. ¿Qué tal si el anónimo era muy feo y su cara no le permitía salir?

Félix quiso reír.

Iba pasando por el aula de música hasta que escuchó el sonido de un piano.

¿El piano? ¿Aquel polvoriento mueble que casi nadie usaba?

Félix quería aprender a usarlo pero nunca ha visto a nadie tocarlo. Paró en seco. Aquellas hermosas melodías atraparon todos sus sentidos, se sentía embobado. Sin más, decidió entrar con lentitud al aula encontrándose a el dueño que generaba aquellas hermosas y perfectas melodías en aquel viejo piano.

Seo Changbin.

Félix se quedó embobado de nuevo, ¿desde cuándo Seo Changbin tocaba el piano?

¡Lo hacía tan malditamente bien!

Cuando el sonido de aquellas teclas sesaron, Félix supo que estaba en problemas, meterse en el aula de música cuando él estaba ahí, ay no.

Guardandose aquellas felicitaciones que pensaba darle al famoso pianista si no hubiese sido Seo, sigilosamente comenzó a dar pasos hacia atrás en dirección a la puerta. Tomó el pomo y antes de salir la voz del pálido chico se hizo presente en aquel ambiente.

-- Te he visto. -- Félix se tensó, mordiendo con más fuerza su paletita de fresa.

-- Y-yo lo siento es que... yo no sabía q-que usted tocaba piano. Quería saber porque nadie lo toca nunca y tuve curiosidad. -- Las palabras de Félix salieron atropelladas, y Seo finalmente se dió vuelta.

-- Lee. -- Pensó. -- Aquel tierno niñito que siempre andaba con una paleta de fresa como ahora entre sus labios.

Un silencio incómodo se hizo presente, Félix estaba apunto de marcharse pero el pálido volvió a hablar.

-- Y... ¿Te gustó? -- Preguntó y al instante se sintió un idiota. ¿Por qué preguntarle estas cosas a un nenito como Félix?

-- Claro que sí. Usted toca m-muy bien ya quisiera yo tocar el piano como u-usted lo hace.

El rubio le sonrió levemente, y Changbin no pudo evitar derretirse de ternura al escuchar esa voz nerviosa y titubeante.

-- ¿Sabes tocar? -- Preguntó curioso mientras se levantaba de la banca del piano. Félix negó con su cabecita repetidas veces. -- Bien. -- Tomó el pomo de la puerta y antes de salir volvió a hablar. -- Todos los Jueves aquí a las dos.

¿Huh?

-- D-disculpe Hyung, no entiendo. -- Félix dijo avergonzado.

-- Te enseñaré a tocar el piano, si así lo quieres. Te espero el jueves. -- El pelinegro salió del aula dejando al rubiecito chico atrapado entre sus propios pensamientos.

Sonrisitas Bang (ChanMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora