Tiro el teléfono a la cama y se dispuso a secar su cuerpo por completo, la toalla rosa pasó por cuerpo cuerpo las pequeñas perlas que se paseaba sin vergüenza por su cuerpo.
El teléfono en la cama sonó, Takemichi lo ignoro unos segundos mientras se ponía sus panties blancas y un shor celeste, el teléfono celular sonó, pero esta vez más. Una llamada.
Sin la blusa se acerco al celular, la ventana estaba abierta, por lo cual el viento entraba por todo el lugar. A Takemichi se le erizarón los pezones y la piel.
— ¿Take-chan? ¿Eres tú?
La chica sonrió al escuchar la voz de su amigo.— Sí, soy yo. ¿Para que llama Kisaki-kun?
Al otro lado del teléfono celular se escucha algo, como alguien siendo golpeado. Luego una puerta se abre.— No es nada, curiosidad. ¿Mí Take-chan está sola?
Take se tira la cama, sus senos algo grandes se mecen al ritmo del movimiento brusco.— No, están mis amigos conmigo. Hoy, hoy no estoy bien del todo.— Puso un puchero, y reprimió sus lágrimas.—, mi abuelo. Él murió hoy.
Kisaki al otro lado suspiró.— ¿Donde vives? Tal vez, si quier-...— Él chico es interrumpido por alguien, Takemichi no escucha lo que dice.— Takemichi, ¿nos vemos elsábado? Tengo asuntos, nena.
Takemichi tatarea en forma de afirmación.— Sí, no te preocupes Kisaki-kun. Nos vemos.
— Bye, nena.— Takemichi ríe por la cantidad de apodos que él moreno le dio en una sola llamada al mismo tiempo que corta.
