Min Yoongi y Park Jimin son dos personas completamente distintas, uno con mucho dinero mientras que el otro no tanto, pero vive estable, uno con muchos problemas en las calles, otro un poco inocente y con amor por las fiestas, pero había algo que te...
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—Minnie, ¿Piensas que he engordado? —Jimin miró a su novio molesto.
—No digas que estas gordo, si piensas que estas gordo te lo vas a creer, entonces deja de decir esa estupidez. Eres lo suficientemente precioso para pensar esas cosas, te quiero gordo, flaco, sin un brazo o sin una pierna, incluso desfigurado, porque me quieres como yo soy, así que no repitas esas cosas de nuevo —Habló.
—¿Estas molesto? —Jisung preguntó.
—¿Contigo? Desde hace días, te estas comportando de manera muy tonta, crees que podemos estar juntos de la mano en público y no podemos hacerlo, sabes que simplemente no es algo que se debe ver —Dijo.
—Pensé que si salíamos no habría problema en que estuviéramos juntos en público —Habló. Jimin se recostó a su lado.
—No me importa estar contigo, podemos estar juntos mucho tiempo, pero estar frente a los demás para mi es... difícil —Habló.
—Yo estoy contigo, no importa que —Jisung habló tomando su mano para besarla. —Solo pienso que, si sus amigos lo saben, no debería molestarnos que digan los demás —Dijo.
—Mis amigos son algo distinto, los demás, los maestros en la universidad, tus padres, los míos, todo sería una bomba —Habló.
—No me importa nada de eso, ya te lo dije, mientras estemos juntos no hay problema alguno —Jimin lo miró con el entrecejo fruncido.
—Jisung, deja de decir eso, ¿Ok? —Habló. —¿Bailamos? —Jimin se puso de pie encendiendo su equipo poniendo un jazz.
—Bailamos —Contestó. —Jimin, yo te a...
Jimin despertó de golpe con la respiración agitada, buscó entre sus cajones su bote de antidepresivos, pero no estaban, se levantó agitado de su cama y bajo las escaleras hacia la cocina esperando que estuvieran al menos en la alacena, pero no estaban, se le habían acabado, se bebió un vaso de agua nervioso y agitado, necesitaba que le recetaran más, había vuelto a soñar con Jisung y tenía tiempo que no lo hacía, tenía miedo traer esos recuerdos nuevamente a su memoria, lo odiaba, odiaba tener ese sentimiento de angustia, miró el reloj de la pared de la cocina, eran las tres de la mañana y lo único que quiso hacer fue volver a su habitación y poder tranquilizarse y volver a dormir, se recostó en la cama viendo su teléfono un rato para poder dormirse.
Jimin:
Hyung, ¿Esta dormido?
Hyung:
No lo estoy, pensaba dormir, pero es una sorpresa recibir un mensaje tuyo, le pase tú número a Namjoon y dijo que se comunicaría contigo para organizar nuestra reunión.
